¿De Provenza? No, del BierzoDe 1
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¿De Provenza? No, del BierzoDe

Capricho Val de Paxariñas Rosado 2016

Ahora que llega la época estival, es cuando los vinos blancos y los rosados llegan al momento del año en que su consumo se dispara. los blancos son ya prácticamente de consumos todo el año, pero los rosados son más de ahora. Por eso hoy os hablamos de uno que hemos catado recientemente, como es el Capricho Val de Paxariñas Rosado 2016 que elabora Bodegas y Viñedos Gancedo en la comarca de el Bierzo.

Nos ha resultado muy interesante ya que es el primer rosado que elaboran. Blancos Godellos o tintos Mencías que elaboran, son habituales y reconocidos por su calidad a nivel nacional e internacional. Por eso teníamos gran curiosidad por catar este nuevo rosado, además de que ha sido el segundo vino más valorado en la última guía de La Semana Vitivinícola.

Y a simple vista ya nos ha sorprendido. ¿De Provenza? No, del Bierzo. Un rosado de los que nos dejan en copa ese color rosa cebolla tan característico en los rosados de la Provenza francesa. Aunque podemos encontrarnos en diferentes zonas de España vinos rosados de este color, no es lo habitual, y menos en la comarca del Bierzo. La Mencía, uva con la que se elabora, suele dar rosados más intensos en vista, con predominio de colores rojos rubí o aframbuesados, pero no de este color rosa cebolla. Se realiza una maceración pelicular en frío durante 2 horas, con posterior sangrado y desfangado estático en frío durante 24 horas, para posteriormente tener la fermentación alcohólica a temperatura controlada (13-14ºC) durante dieciocho días. Pasa a continuación una crianza sobre sus propias lías en depósitos de acero inoxidable durante un periodo de tres meses.

Cata

Nos hemos encontrado en su cata un vino con un identificable color cebolla, muy limpio y brillante en copa, que recuerda en movimiento a los rosé franceses.

La nariz nos ha parecido bastante compleja tratándose de un vino rosado. Armas a fresas, toques a cerezas y una amplia de aromas a frutos rojos varios. Toques florales con presencia de las rosas como destacado.

Entrada fresca en boca, muy golosa. Amplio paso por con volumen que llena la boca enseguida manteniendo la carga frutal. Nos gusta mucho que la acidez de la mencía está perfectamente controlada.

Largo paso y persistente con un retrogusto muy afrutado, típico de la mencía.

Nos ha sorprendido en su cata el hecho de que servido fresquito está muy bueno, pero a medida que iba cogiendo temperatura, mientras que otros rosados pierden este no. Nos imaginamos porque el espíritu de la Mencía , vino tinto por excelencia, está presente en el vino lo cual hace que esté muy bueno también cuando deja de estar muy frío.

Sin duda un vino rosado diferente, embriagador por momentos, con una potencia inusual en los rosés con este color, con lo cual es un vino muy sorpresivo que merece, sin duda, la pena catarlo y disfrutarlo, y más con el calor que se nos aproxima.