Cifras del mercado del vino espumoso en Japón 1
Noticias

Cifras del mercado del vino espumoso en Japón

Analizando el mercado de forma global, en 2014 se observa un aumento del total de importaciones de vinos espumosos, en el que pasan a importarse 33.397 kilolitros en comparación con los 30.974 del año anterior.Las importaciones de vino espumoso en 2009 en Japón sufrieron una grave caída, tanto en volumen como en valor, motivada por la crisis económica y que supuso un giro en la demanda hacia vinos de precio bajo. Sin embargo tanto en el año 2010 como en 2011 y 2012 se produjo una recuperación generalizada de este mercado y las cifras de 2013 consolidan esa tendencia con incrementos tanto en valor como en volumen.

En cuanto a 2014 y comparando con cifras del mismo periodo del año anterior, el volumen de las importaciones continúan creciendo notablemente a un ritmo del 7,8%, que si bien es elevado, dista bastante del 19,4% del año anterior. El recuento total importado a final de año, aunque se esperaba que superara los 4 millones de cajas, finalmente se quedó en 3,71 millones.

Algunos expertos auguran que el mercado japonés no tardará en alcanzar la cifra de los 5 millones de cajas en los próximos años, aunque por el momento, durante la primera mitad de 2015, las cifras han sido más bien negativas.

El volumen importado durante esta primera mitad de año es un 4% inferior al mismo periodo de 2014, y tan solo crecen las importaciones de espumoso español (+4%) y mexicano (+66,7%). Aunque es cierto que dentro de los vinos espumosos el champagne francés sigue siendo el líder indiscutible, los cavas españoles están consiguiendo un buen posicionamiento.

En 2014 España ocupó el segundo lugar tanto por volumen como por valor, compitiendo fuertemente año tras año para consolidar su presencia en el mercado y superando por cuarto año consecutivo a Italia, que sin embargo, ha reducido distancias. Los espumosos españoles gozan de buena reputación gracias a su buena calidad y gracias también a empresas como Freixenet y Codorniu, que poseen una relación estrecha con tres grandes compañías japonesas del sector de las bebidas, Suntory, Mercian y Sapporo.

Italia, que en 2010 perdió un 5% de la cuota, en los cuatro últimos ejercicios ha experimentado incrementos sustanciales, y ha conseguido recortar notablemente la distancia con las importaciones españolas (7.073 kilolitros frente a los 8.495 de España y 4.345 millones de yenes frente a los 4.418 conseguidos por los vinos españoles).

Recientemente, se está produciendo una continua introducción de productos de bajo precio procedentes de Chile, Sudáfrica, México, Argentina, etc. En consecuencia, y en línea con la demanda, el mercado de vinos espumosos está dominado por los productos de bajo precio.

El champagne ha dejado de ser considerado un producto de temporada o de final de año, para consolidar su consumo en cualquier época. Se ha popularizado su consumo by-the-glass gracias a los nuevos cambios adoptados, como el tapón de rosca y la diversificación del tamaño de los envases (botellas de 300, 200 y 187 ml), más adecuados al mercado nipón.

El champagne se consumía principalmente en locales nocturnos como discotecas o clubes, donde se quiere dar cierta imagen, y por eso hasta hace poco se había considerado imprescindible que fuera champagne y no otro tipo de vino espumoso. Sin embargo tras la caída de Lehman Brothers en 2008 el consumo de champagne en este tipo de locales se ha visto reducido bruscamente empujado además por un descenso en la demanda de banquetes y eventos similares. Éste, entre otros motivos, ha provocado que otros espumosos como el cava estén encontrando su lugar en el mercado. No obstante, el cava se está viendo también amenazado por los vinos espumosos importados de países del Nuevo Mundo, que han incrementado recientemente la competencia.

Aunque el cava se está vendiendo bien en los hipermercados, se considera que la clave para su futuro está en el sector horeca, donde compite con su excelente relación calidad-precio y el lanzamiento de productos y campañas específicos para este sector, al tiempo que es impulsado por la constante apertura de restaurantes y bares españoles. Es muy importante tener en cuenta que el aumento actual de consumo de espumosos se debe principalmente al hecho de que son las mujeres las principales consumidoras, ya que se sienten identificadas y atraídas por la imagen de glamour y sofisticación que tradicionalmente ha tenido el champagne. Ésta es una de las razones que explican la expansión de las botellas de vinos espumosos en formatos de 187 ml, un tamaño más adecuado al consumo de los japoneses en general y de las mujeres en particular. De hecho, ya se vende en tiendas de conveniencia y supermercados.

Por todas estas razones, consideramos que Japón es un buen mercado para este tipo de vinos, ya que se conoce tanto el producto (vino espumoso) como su origen (español). Así pues, las empresas de cava tendrían que aprovechar este buen momento para introducirse o aumentar su red de distribución.

Fuente: Resumen Ejecutivo elaborado por laOficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Tokio