La bodega Vivanco recibe el sello 'Q' de Calidad Turística
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El mejor museo del vino del mundo cumple 10 años

El mejor museo del vino del mundo cumple 10 años. El Museo Vivanco, acreditado por diferentes organismos como el mejor del mundo sobre el vino, cumple diez años desde su apertura en Briones (La Rioja) y lo hace con nuevas ilusiones como la exposición, por primera vez, de varias piezas de su colección de arte, que también se mostrará fuera de España.

El museo ha dedicado 2014 a modificar su imagen y a cambiar de nombre, ya que ha pasado de llamarse «Museo de la Cultura del Vino. Dinastía Vivanco» a mantener únicamente el apellido de esta familia enraizada en el Rioja y en el coleccionismo de obras de arte relacionado con el vino, ha explicado a Efe su director, Santiago Vivanco.

Pero, además, ha decidido sacar a la luz algunas piezas que tenía en sus almacenes, dentro de una amplia colección, aunque, aún así, solo dispone de espacio para exponer el 40 % de todas las obras de arte que tiene en su colección la familia Vivanco, que recopila objetos artísticos desde hace cuatro décadas.

De este modo, los cuadros de Juan Gris «Botella de Vino» y «Nature morte»; «Copa», de Antoni Tàpies; «Jarra y vasos», de Miquel Barceló; «Vinum», de Juan Genovés, y «Le troubadour», de Joan Miró, se han unido a otras obras ya expuestas de Picasso, Soroya y hasta un dibujo original de Walt Disney de la película «Fantasía», que representa al dios Baco.

La pinacoteca es, en realidad, solo una parte del museo, al que se han incorporado en los últimos meses hasta treinta piezas nuevas, entre las que sobresalen objetos religiosos y piezas arqueológicas, algunas datadas hace 8.000 años, de las culturas mesopotámica, persa, griega y egipcia, como un vaso del faraón Ramses II.

También se exponen por primera vez dos relieves de piedra con alusiones al vino y a la vendimia procedentes de lo que hoy es Pakistán, que dan testimonio del paso de la presencia griega en esa zona entre los siglos II y IV, ha indicado Vivanco.

Estas piezas se han unido a las colecciones que ya exhibe el museo de prensas, sacacorchos, botellas y diferentes objetos que atestiguan la presencia del vino en todas las épocas de la historia y en diferentes culturas.

El «cambio» en el museo, en el que se ha invertido medio millón de euros, va más allá de las obras que ahora se exponen e incluye nuevos montajes audiovisuales, juegos para niños y la oferta de «experiencias», como la vendimia en una finca anexa y catas singulares.

El museo, que inauguró el Rey Juan Carlos I, ha recibido ya un millón de visitantes en esta década, ha asegurado Vivanco, quien ha reconocido que, a veces, le cuesta creer que siga abierto y que haya crecido así algo que fue un sueño de su padre.

Ha destacado que el Museo Vivanco, que tiene una extensión de 4.000 metros cuadrados, carece de ayudas públicas y «se sostiene gracias a que parte de los beneficios de la bodega de la familia se destinan a él, dado que, por sí solo, no podría subsistir».

La familia Vivanco no construyó el museo para «ganar premios», pero ha admitido que se siente reconocida con los que ha obtenido de diferentes organismos, como de la Red Mundial de Capitales del Vino y el de la Organización Mundial de Turismo (OMT) de la Unesco, que en 2007 le reconoció como el mejor museo de vino del mundo.

Vivanco ha considerado que este museo aporta «un granito de arena» a la difusión del vino entre los jóvenes, «algo que se ha hecho muy mal», ya que «otros productos, con más graduación y que no son nuestros, han sabido seducir más».

Cree que es «una cuestión de márketing y de cómo se ha gestionado tradicionalmente el mundo del vino», dado que «ha sido muy machista y ahora, precisamente, hay que incorporar a la mujer, que es la que tiene más capacidad de compra».
«Y también ha sido un mundo muy clásico y reservado a gente de nivel socioeconómico y cultural alto, pero el vino es de todos, hay que desmitificar muchas cosas, hacer el vino más asequible y demostrar a los jóvenes que el vino es más fácil», ha dicho, y, para ello, cree que es necesaria «una revolución».

Dentro de esa «revolución», la familia Vivanco ha decidido sacar al exterior parte de su colección porque «si la gente no viene, vamos nosotros».

Ya se han exhibido piezas de su colección en Galicia y Castilla-La Mancha, además de en actos de la Red de Juderías de España y en 2015 hay prevista una muestra en el País Vasco y otra en Berlín, que se denominará «Reserva Vivanco», con la que se alude a las mejores piezas que tiene guardadas, ha concluido. EFE