Si el turista no va a la bodega, o sea al vino, habrá que llevar el vino al turista.
Esta parece ser la máxima que se han puesto ‘manos a la obra’. Si eres de los que te gusta el vino, pero no quieres caminatas entre viñedos, ver las bodegas y si prefieres el sol, la piscina y viajar aprovechando todo esto y uniéndolo a tu pasión por el vino estás de suerte.
Una propuesta de una compañía de cruceros es esta, acercar los vinos a sus viajeros o cruceristas. Catas, masterclasses y más actividades que, habitualmente se hacen en las visitas enoturísticas a bodegas, pero que las puedes disfrutar durante el viaje por el Mediterráneo en un crucero que te permitirá conocer y hacer todas estas actividades en las ciudades en las que haya paradas.
Con el nombre de ‘On The Wine Routes‘ tenemos un crucero de 8 días en el cual podremos catar los vinos de las ciudades italianas, francesas o españolas por ejemplo donde el crucero haga escalas. Es una nueva forma de ver el enoturismo a la vez que disfrutas de un viaje por barco que a muchos ya de por sí les encanta.
