No solo se puede hablar del concepto de ‘vino de autor’, sino que también deberíamos de hablar de ‘etiquetas de vino de autor’. Porque muchos son los enólogos y bodegueros que quieren transmitir a través de las etiquetas de sus vinos diferentes mensajes. Pero lo cierto es que no todos ellos han acertado con la forma de transmitir estos.
Por eso os dejamos algunas de las etiquetas de vino que este año han dado que hablar.
Etiquetas
You Fuck My Wine?! : Si quiere tanto a su vino pues que no lo venda
Punto G, Vin…..de France. El enólogo France Gonzálvez quiso jugar con su apellido pero las autoridades galas le obligaron a poner los puntos suspensivos.
Elaborar un espumoso y llamarle Dadd sería cuando menos curioso al ver la etiqueta de uno de sus competidores (G.H.Mumm a continuación)
AA Badenhorst – Caperitif. La inicial etiqueta de la izquierda subtitulaba ‘Soet Vermoed’ (vermut dulce) en afrikaans se traduce directamente como «sospechoso dulce», malo para la exportación de vinos con lo que se decidió cambiar en la segunda por ‘Kaapse Dief’ que en la propia web de la compañía se explica que no significa nada, solo que se parece al nombre en la pronunciación, que no hay ningún doble sentido.
En 2010 E & J Gallo fue ‘timada’ por un grupo de productores de vino francés en la compra y distribución de más de 18 millones de botellas de vino que se suponía que era Pinot Noir, pero en realidad no era nada de eso.
La bodega de California E & J Gallo compró el vino de la región de Languedoc-Roussillon para comercializarse bajo su etiqueta Red Bicyclette Pinot Noir. El vino era de hecho una mezcla mucho más barata de uvas y había sido mal etiquetado deliberadamente.
Los funcionarios de aduanas franceses comenzaron a sospechar después de darse cuenta de que la cantidad de Pinot Noir que se vendía a Gallo era más que la región podría incluso producir.
Huelga decir que el seguir vendiéndose vinos con las marcas: ‘Sieg Heil’ o ‘Ein Volk, Ein Reich, Ein Führer’, está hiriendo muchas susceptibilidades:
