Hoy os dejamos otra de esas recetas que podéis hacer para los más pequeños de la casa y la acompañáis con unas patatas fritas porque seguro que les va a encantar. Se trata de estos jamoncitos de pollo guisados que dan incluso para plato único si los acompañáis de una buena ensalada.
Como casi siempre, se trata de una receta muy pero que muy sencilla y muy rica. Nuestro consejo es que hagáis dos muslos por comensal, ya que con la guarnición, ya sean patatas fritas, cocidas, arroz, verduras,… o lo que sea, seguro que es un plato que alimenta y llena.
Vamos a ver los ingredientes:
- Jamoncitos de pollo (2 por comensal)
- 1 cebolla
- 1 pimiento rojo no muy grande
- 2 tomates maduros medianos a los que les quitaremos la piel
- 2 zanahorias grandes
- medio vaso de vino blanco
- un vaso de caldo de verduras, mejor casero
- ajo
- aceite
- sal
Lo primero es adobar los jamoncitos con ajos y sal que se dejarán una media hora antes de empezar para que se vayan impregnando de sabores.
Mientras cogemos en la picadora y muy pequeños cortamos la cebolla, el pimiento y la zanahorias (muy pequeño).
Cogemos los jamoncitos de pollo y los marcamos en la sartén unos minutos y los reservamos.
En el aceite que quedó de marcar los jamoncitos echamos todas las verduras muy picadas y comenzamos a dar vueltas, cuando estén sofritas echamos medio vaso de vino blanco. Lo reducimos y ese será el momento de poner los jamoncitos, con el vaso de caldo de verdura y los tomates maduros.
Bajamos el fuego a nivel bajo y dejamos cociendo toso una hora. Este tiempo es estimado ya que dependerá del tamaño y calidad de los jamoncitos. Lo ideal es que en el momento que les pongas el tenedor encima se separe completamente la carne del hueso y queden completamente limpios.
Solo queda emplatarlos con lo que más os guste para acompañar. Nosotros pusimos patatas fritas en esta ocasión.
