Muchos expertos en vino se preguntan si hay una burbuja en Borgoña. Año tras año los precios de los vinos elaborados en esta zona suben) como vimos en el artículo del Liv-EX 50. Pero la realidad es que cada vez se elabora menos vino.
las malas condiciones climatológicas han acompañado a esta zona en los últimos años. Se llegó hasta el punto de una caída del 30% en la producción de uva Chardonnay y del 50% en Pinot Noir en 2013. Las pérdidas por parte de algunos productores en 2014 llegaron al 90% de la cosecha. Y este año sigue la cosa por el mismo camino. Las medidas que toman los productores no son suficientes.
Todo esto hace que el resto de las uvas suban de valor y, por lo tanto, esto se pase al precio final de los vinos.
El ejemplo lo indica Blair Pethel un productor que dejó de cosechar para hacerse intermediario de pequeños productores. Elaboró en 2009 las 300 botellas de grand cru Charmes-Chambertin con una uva que le costó 8.000 euros. La misma cantidad de uva en 2015 estaba en 22.500 euros.
David Croix, de Domaine des Croix, indica que el precio de las uvas Meursault es el doble de lo que era en 2011 aunque el precio para el vino que se elabora con estas uvas sólo ha subido un 15%.
¿Burbuja en Borgoña?
Cada vez se produce menos vino, la uva para elaborarlo es más cara y el precio final del vino no deja de subir.
Los pequeños productores en abril de este año han sufrido la peor helada desde 1981. Se habla de un descenso generalizado en la producción del 40%. Si a esto le unimos que todo el mundo quiere poner un Borgoña en su mesa o en su colección, todo hace indicar que la burbuja está ahí.
Los propietarios de los Grand Cru ya no saben bien que precio poner a sus vinos. Las subastas o los restaurantes ponen después el precio que les parece en función de la demanda. Una situación que hace que la burbuja crezca a un más.
