Muchos de los que nos animamos a asistir a catas para empezar en el mundillo del vino, seguro que han escuchado alguna vez la explicación que os dejamos hoy sobre como el color del vino nos puede indicar su edad.
No deja de ser una profundización en la primera fase de la cata que es la visual.
Color, brillantez, ribetes que nos puede dejar en movimiento en copa, incluso lágrima o capa que posea en copa, son indicadores de la edad de un vino.
Por este motivo nos ha parecido interesante el recordaros como influye el color para conocer la edad de los vinos.
Como ya hemos comentado anteriormente al hablar de las fases de la cata, para poder apreciar el color, lo primero que debemos hacer es inclinar la copa levemente hacia un lado y hacia el otro. Un movimiento circular que es lo que hace que las copas no deban de llenarse hasta arriba porque si no saldría por fuera el vino. Si no tenemos claro el color que nos deja el vino mirándolo de esta manera, siempre podemos volcar unas gotas en una servilleta blanca.
Vinos tintos
Vinos tintosCuanto más rojo más joven.
Veamos la gama de tonalidades que nos puede dejar el color rojo:
- Rojo-rojo, seguramente es un tinto de menos de un año
- Rojo-rubí, suele ser de un vino tinto de dos o tres años.
- Rojo profundo y en su movimiento en copa deja entrever algunos ribetes granates o amarronados, casi con toda probabilidad que estemos ante un vinos de cuatro o cinco años.
- Rojo amarronado o teja, hablaremos de un reserva o gran reserva con un mínimo de ocho o nueve años.
Vinos blancos
Cuanto más brillante es un vino blanco, más transparente y vivaz, más joven será el vino que tengamos en nuestra copa.
A medida que su amarillo comienza a opacarse, a perder brillo, indica que tiene dos o más años. Si lo encuentra muy amarillo y sin brillo, ya es un vino adulto. Y cuando pruebe un blanco viejo, más de 12/15 años, es factible que su color sea amarillo ocre.
