Hoy en ‘Hablando de vinos y uvas‘, tenemos una uva blanca muy focalizada en una zona de España como es la Loureiro. Concretamente hablamos que es una uva que se da por el sur de Galicia, concretamente por la zona de las Rías Baixas y podemos encontrarnos alguna por la zona del Ribeiro (incluso en la Ribeira Sacra), pero no mayoritaria. Es en el norte de Portugal donde existe un mayor cultivo de esta uva, sobre todo en la zona denominada como Vinho Verde, los famosos albariños del país vecino.
Sinónimos como Loureira, Marqués, Blanco Redondo o Dourado Galego, son algunos de los nombres que se les da a esta varietal. El nombre Loureiro viene de «laurel».
Se trata de una uva que se suele emplear en los coupages de los Albariños por su aporte diferenciador que permite elaborar vinos más exclusivos y diferentes de los que son monovarietales de esta última uva.
Los vinos elaborados con Loureiro tienen una excelente acidez y son bajos en alcohol. Es una varietal cada vez más popular pero que no es empleada en la elaboración de vinos monovarietales ni como uva mayoritaria en coupages en España, a diferencia de Portugal que si los elaboran.
Son vinos refrescantes, eminentemente jóvenes, sin complejidad de crianza que son propensos a la oxidación prematura con lo que se suelen embotellan cada vez con un toque de dióxido de carbono para garantizar una óptima calidad y agregar un toque de efervescencia.
No confundir esta varietal con la denominada también Loureiro pero en tinto, de la cual si se elaboran bastantes vinos con gran presencia de esta varietal, como por ejemplo el Goliardo Loureiro elaborado por Bodega Forja do Salnés del que ya os hemos hablado en este magazine.
Esta varietal blanca se une a otras como la Treixadura o la Caíño Blanco, propias gallegas y contribuyan en diferentes porcentajes a la elaboración de vinos con mayoría de uva albariño.
Es una varietal que gusta de no tener demasiadas oscilaciones térmicas durante el año, con elevado rendimiento y que en vinos monovarietales o con mayoría de esta uva, deja vinos de poco grado alcohólico pero elevada acidez, lo que unido a la presencia de gas carbónico que os comentábamos anteriormente, aporta frescura y chispa al vino.
