Cómo hacemos nuestras notas de cata 1
Vinos

Cómo hacemos nuestras notas de cata

Cómo hacemos nuestras notas de cata

Una de las cuestiones que desde el principio nos hemos planteado en este magazine era la de cómo hacemos nuestras notas de cata. Y es que siempre hemos creído que lo ideal es hacer una nota de cata para alguien que no esté habituado al mundo del vino. Algo que le sirva de guía o de comparativa, cuando quiera probar algo o compararlo de forma sencilla con un vino que ya conoce.

Nuestro primer hándicap fue la elección del lenguaje a emplear. Un lenguaje excesivamente técnico, ideal para enólogos, sommeliers y otros profesionales, no nos parecía lo adecuado. Fermentaciones, tipos de levaduras, abanico de colores o aromas muy específicos, nos pareció algo no muy necesario. Pero tampoco queríamos hacer notas de cata sin que tuvieran algunos términos ya propios del mundo del vino. Primero, porque a fin de cuentas hablamos de vino. Y segundo, porque introduciendo reiteradamente ciertos conceptos, servían de base para los lectores que se inician en el mundo del vino para ir adentrándose poco a poco, y sin estrés, en el mundo de los vinos.

Por eso rara vez encontraréis notas de cata en este magazine excesivamente complejas. Si que siempre incluímos en la descripción de los vinos algunos aromas, pero no extendiéndonos demasiado, por ejemplo.

Cómo hacemos nuestras notas de cata

Para que os hagáis una idea os vamos a indicar como las realizamos.

Primero: Identificación del vino

Que vino tenemos ante nosotros, añada, tipo de uva, zona de procedencia y bodega. Nos parece fundamental que sepaís que vino tenéis en la copa, con que se elabora y dónde. Eso en seguida os permite recordar vinos de similares características que os permitirán una comparación en vuestra memoria.

Segundo: Descripción sensorial. Vista, olfato y gusto.

Lógicamente el aspecto visual es lo primero que percibimos, con lo cual nos gusta describirlo en una o dos líneas. Color, limpieza, brillantez,…., aspecto muy genéricos al alcance de todos. Capa, lágrima o tipo de burbujas, ya son más técnicos pero que poco a poco seguro que os van sonando a todos.

La parte del olfato, solemos hablar si es de intensidad baja, media o alta. Eso es perceptible por todos. Lo siguiente es describir si posee una carga frutal importante y de qué tipo, frutos rojos, negros, maduros,… Puntos también perceptibles por cualquiera. Los términos ligado más a la crianza, toques especiados, ahumados, mineralidad, acidez,…, ya son más complejos. Los mencionamos pero más que nada para vuestra mayor comprensión y que os acostumbréis a oirlos.

La fase del gusto la dividimos en dos: entrada y paso por boca. La primera es interesante porque es lo primero que esperáis cuando lleváis la copa a la boca. Descripciones como fresco, joven, untuoso, glicérico, sabroso,…, son conceptos que son fácilmente comprensibles. Ya en paso hablamos de términos algo más complejos como acidez, taninos, carga frutal,…, que creemos que ya os habéis habituado a ellos. Solemos terminar hablando del final o retrogusto. Es decir, el gusto que te deja el vino en la boca una vez bebido y el retrogusto, algo ya más técnico que exige de un análisis de las sensaciones que te devuelve el vino una vez que ya lo hemos ingerido (estilo, hablando en términos vulgares, traer la comida o bebida de nuevo a la boca).

Tercero: Finalmente solemos poner nuestra opinión y comparación con vinos similares, en cuanto a varietal, zona o bodegas. Ya son apreciaciones subjetivas,. A veces ponemos estas por el medio de la nota para animaros a continuar leyendo, eso es cierto.

Ocasionalmente ponemos algo que creemos que es interesante y es el tramo de precio del vino. Y es que consideramos que es algo muy interesante a efectos comparativos. Pero consideramos que la relación calidad/precio sería el mejor factor de decisión.

Nos gustaría consultaros si queréis que añadamos algo o cambiarlo en nuestras notas de cata, porque siempre estamos abiertos a nuevas sugerencia.