Las redes sociales no venden más vino 2
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Las redes sociales no venden más vino

Las redes sociales no venden más vino

Las redes sociales no venden más vino. No hablamos del comercio online, solamente de las redes sociales y, por lo tanto, de los perfiles que poseen las bodegas, Consejos Reguladores y del uso que le dan a los mismos.

Un error muy común a todos los sectores y que a mi especialmente me ‘repatea’, es que te comience a seguir alguien en una red social y, cuando le correspondes, automáticamente te llegue un mensaje privado. La mitad de las veces te pide que le sigas en otras redes sociales y la otra mitad que ponen el enlace para que vayas a su web. Pues esto que a mi ‘me revienta’, le revienta igualmente al 90% de los internautas y usuarios de redes sociales. ¡¡Por favor!! No automatizar respuestas. Si os vale de consejo, es bueno que sepáis que cuando me ocurre esto, de forma automática dejo de seguir a ese perfil y lo suelo bloquear.

En el sector de las bodegas, que me manden automáticamente un mensaje similar, que sepan que ni voy a seguirles en otras redes, que no voy a ir a su web y que, aun encima, me quedo con la sensación de que no tienen ni puñetera idea de estar en redes sociales. Esta práctica no deja de ser una publicidad por impactos de toda la vida, como la radio, TV o prensa escrita, pero llevada al mundo online. Y las redes sociales, para quien no se haya percatado aun, no van de eso. La publicidad tradicional ha muerto. Por eso no es de extrañar que un alto porcentaje de bodegas digan que las redes sociales no venden más vino.

Y tienen razón, pero no porque no vendan, es que no tienen ni idea de llevar sus perfiles sociales. Ahí está el problema real. ¡¡Que lo que sobran son bodegas y vinos como para aguantar que ‘me den la brasa’ por mensaje privado!!

Tanto de una bodega, como de empresas de otros sectores, si quiero algo en concreto, ya seré yo mismo el que les mande un mensaje privado pidiéndoles información. Lo que no quiero es que me saturen ellos con su publicidad como han hecho toda la vida.

Si al comportamiento anterior le sumamos la puñetera costumbre de contratar a una empresa de comunicación tradicional que se limita a hacer notas de prensa ‘ad hoc’, que nadie se cree, y que remiten como ‘pollos sin cabeza’ a medios online, uno se da cuenta de que las redes sociales no venden más vino.

En una ocasión, una bodega me dijo que entraría en redes sociales cuando le supusiera un incremento en sus ventas. Acabaron entrando por el aro, no les ha quedado más remedio, pero con esa perspectiva, están perdiendo el tiempo y lógicamente no aumentan sus ventas por ese canal.

Ni quiero ver una foto de los vinos de una bodega con los puntos de la Guía Peñín ni nada por el estilo, porque lo primero que pienso yo, y muchísima gente, es cuánto les habrá costado salir ahí. Pues ¡ala! venga a compartir fotos de vinos con medallitas y puntitos…. Entras en perfiles de bodegas en redes sociales y quedas asustado de que nunca hayan compartido contenido de valor para sus clientes. Parecen un escaparate de sus noticias, que a la mayoría de los internautas se las ‘trae al pairo’.

Por muchos mensajes privados que me mande una bodega con sus premios, descuentos y similares, no va a hacer que les compre su vino, de eso que nos os quepa la menor duda.

Las ventas ‘hay que currárselas’, tanto en el mundo real como en el online. Pero muchas empresas, en este caso bodegas, como creen que llevar sus redes sociales no tiene coste, venga a compartir lo que les da la real gana. Pues que sepan que lo primero que pierden es imagen de marca para pasar a ser vistos como meros vendedores de vino sin preocuparse por las necesidades de sus seguidores.

Otro aspecto interesante es creer que porque un famoso comparta en sus perfiles sociales una foto tomando un vino de una bodega, esta va a vender más. Me acuerdo de cuanto el futbolista Iniesta publicó un tweet hablando de lo mucho que le gustaban los anuncios de Estrella Damm. ¿Alguien cree que ese tweet no estaba pagado por la cervecera? (Las malas lenguas hablan de importes de 60.000 euros por ese tweet). Las bodegas que emplean estas herramientas van ‘al bulto’: mejor que alguien con 1 millón de seguidores mueva una foto con nuestro vino y pagar por ello, a tener que moverlo yo. Pues les garantizo una cosa: en ese caso las redes sociales no venden más vino tampoco.

Pero rompo una lanza por alguna bodega que no actúa así. En su web/blog comparte contenido de interés para su comunidad de fieles y en sus redes no se limita a publicar contenidos publicitarios. Son las menos, por desgracia, pero destacan por encima del resto, de eso no me cabe duda. Y estas si que venden más vino por las redes sociales.