Crece la familia de vinos en la bodega Aurelio Feo Viticultor. Y es que tras recibir recientemente uno de sus vinos premio en el II Certamen de Cepa de España, un nuevo vino se une a la familia acompañando a los ya conocidos Cruz de San Andrés y Buencomiezo.
Se trata del vino denominado Montelios 2011 que recibe su nombre por herencia del latín Mont Elios, hace referencia al Castro prerromano de San Andrés de Montejos, que significa Monte del sol, donde se ubican los terruños de los que se obtiene la uva para su elaboración.
Se incorpora a esta bodega como ‘el hermano mayor’, si entendemos por esto al vino que ha pasado más tiempo en barrica durante su crianza, ya que, a diferencia de los anteriores, este es un vino tinto Mencía que ha pasado en barricas de roble francés y americano 18 meses, confiriéndole un estupendo ensamblaje con la madera que se percibe rápidamente en nariz y boca, eso sí, sin perder la esencia de un buen mencía: fresco, afrutado y mineral, pero con una personalidad propia de viñedos viejos y crianza con paciencia y amor.
Su puesta de larga viene unida a las nuevas añadas tanto de la Cruz de San Andrés como del Buencomiezo, con lo cual podemos decir que esta bodega berciana está completando su oferta de vinos con mucha perspectiva y con creaciones de gran calidad sin perder de vista lo que el terruño del Bierzo aporta en calidad a todos y cada uno de sus vinos.
¿Qué vino nos vamos a encontrar con este Montelios?
En esta primera añada del 2011 encontraremos un mencía diferente que ha sido fruto de una cosecha en viñedos con cepas de Mencía de antigüedad entre los 80 y los 100 años, dando lugar a una producción reducida de 750 botellas de un vino que podríamos considerar como único y exponente claro del terruño del Bierzo de esta zona de San Andrés de Montejos.
En vista vemos un vino que nos deja un color rojo rubí intenso, ribetes ocres y teja. Limpio en copa con tonos brillantes espectaculares en el movimiento de la copa.
En nariz es un vino intenso, con gran profundidad y en el que destacan aromas a fruta negra (moras, arándanos, grosellas), tierra, trufa, monte bajo (brezo).
En boca de entrada lo primero que se percibe es que estamos ante un vino con cuerpo, bien estructurado y que en el paso por boca se muestra goloso, con los taninos muy bien integrados, dejándonos en boca cierto sabor a tostados y a brioche.
En retrogusto nos vienen recuerdos de pasas, higos maduros, grano de café, cacao, regaliz.
Sin duda, esta nueva creación de Aurelio Feo Viticultor es un vino complejo, sutil, con multitud de matices que se van percibiendo y descubriendo en cada copa, lo cual hace que sea toda una aventura su cata.
Maridaje ideal para platos elaborados, guisos, caza, foies, tablas de quesos y porque no… para degustarlo solo al calor de una chimenea de leña.
