En algún artículo anterior de este magazine ya os comentamos los diferentes tamaños de las botellas de vino y os hicimos referencia a los denominados ‘magnums‘. Son las botellas de capacidad de 1,5l, de las cuales nos hemos declarado siempre fervientes admiradores.
Y es que cuando te está gustando un vino y lo estás compartiendo con amigos, siempre una botella ‘vuela enseguida’, con lo cual este formato de tamaño se nos antoja ideal. Pero lo cierto es que no todas las bodegas embotellan en este tamaño o, en caso de hacerlo, solo se pueden adquirir en las bodegas directamente porque al público no salen.
Pero lo que si tenemos claro es que la demanda de este tamaño de botellas va en aumento, tanto es así que incluso hay un concurso a nivel nacional de vino embotellados en este tamaño de botellas, los Premios Magnum.
¿Por qué gustan los magnums? Nosotros somos de los que opinan que la evolución en la botella es mejor en este formato que en el de 0,75l habitual. Fijándonos en el cuello de ambas botellas, es el mismo, con lo cual el espacio dedicado al oxígeno en ambas, desde el vino hasta el corcho, es el mismo, con lo cual el reparto de oxígeno a 1,5l es menor que a 0,75l, l que hace que mismos vinos, embotellados a iguales fechas, evolucionen de forma diferentes por su contacto con el aire en su etapa de botella. Magnum mejora el tiempo de guarda y evoluciona mejor en el tiempo.
Un ejemplo de esta creciente demanda en el mercad lo encontramos por ejemplo en la D.O. Valdeorras, donde ya 15 de las bodegas que se acogen a esta denominación (casi un tercio del total), ya producen de forma habitual vinos en estos tamaños y para diferentes marcas de la bodega. A Coroa, Alan de Val, A Pinguela, Aristegui, D´Berna, Germán Rodríguez Prada, Godeval, O Casal, Rafa Palacios, Roandi, Sampoyolo, Valdesil,Viñaredo, Viña Somoza y Virxe de Galir.
