En concreto hemos podido catar recientemente tres vinos del Priorat elaborados por Viticultors Mas d’en Gil de diferentes añadas, lo cual nos ha dejado una muy grata experiencia.
Estos vinos han sido Coma Alta 2012, Vi de Vila Bellmunt 2011, Coma Vella 2009 y Clos Fontá 2009.
Coma Alta 2012, un vino blanco elaborado con uvas de la vendimia del 2012, que nos aporta un color amarillo paja muy limpio y brillante en copa parada. En nariz destacan aromas de fruta blanca madura, toques a frutas tropicales, un poco cítrico y final anisado. Boca de entrada untuosa y envolvente. En paso se percibe como un vino fresco y en el que rápidamente aparece la carga frutal y cierta complejidad.
Vi de Vila Bellmunt 2011 es un vino tinto crianza en cuya elaboración han participado Garnacha, Cariñena y Cabernet Sauvignon. Es un vino cuya crianza se ha centrado en 10 meses en barrica de roble francés. En vista nos encontramos con un vino que nos deja un color rojo picota, con una capa media y muy limpio y brillante en copa. Muy expresivo en nariz, presenta una buena intensidad en el que destacan los aromas frutales, sobre todo fruta roja madura. En el fondo se perciben ciertos toques tostados y balsámicos, así como cierta mineralidad. Tiene muy buena entrada en boca con mucho volumen y un paso sedoso, con acidez controlada, fresco y en el que vuelve a aparecer la fruta. E un vino muy equilibrado, con mineralidad, final largo y persistente.
Coma Vella 2009, es un vino tinto que destaca sobre todo por su presencia de carga frutal. Enormemente complejo porque en su coupage participan Cabernet Sauvignon, Cariñena, Garnacha, Garnacha Peluda, Syrah y Merlot, con lo cual os podéis imaginar la mezcla de sensaciones tanto en nariz como en boca. Lo que si posee es una gran potencia frutal en nariz, acompañada de ciertos toques especiados del paso por barrica en su crianza.
Envejecido durante 12 meses en barricas de roble francés. Posteriormente descansa durante 6 meses en botella.
Por último os comentamos el vino Clos Fontà 2009. El más completo y complejo de la cata a nuestro modo de ver. Este Clos Fontá es elaborado con viejas cepas de Garnacha, para dar lugar a un vino de gran concentración y complejidad, rico en matices frutales y minerales y con una boca bien estructurada, con largo final. En nariz nos presenta aromas a frutos negros y rojos muy maduros, notas especiadas, balsámicas y minerales. En boca es potente, sedoso y muy elegante. El paso es aterciopelado y muy sabroso, fruta madura, sobre un fondo tostado y mineral. Buena acidez y muy fresco. Final largo y muy persistente.
