Los principales destinos enoturísticos de La Rioja 1
Enoturismo

Los principales destinos enoturísticos de La Rioja

Uno de los sellos de identidad de La Rioja son sus vinos denominación de origen. Con una gran variedad de uvas entre las que se encuentran las conocidas como Tempranillo, Garnacha y Viura, La Rioja es el lugar perfecto para cultivarlas. Desde hace siglos, esta zona se dedica a la viticultura, de ahí el arraigo en la cultura de esta población. Para compartir esta manera de vivir, se han creado diferentes rutas del vino como la de la Rioja Alta o la Rioja Alavesa. Descubriremos algunas de las ciudades que destacan en cuanto al enoturismo en la Rioja, aptas tanto para expertos como para principiantes.

Dentro de la ruta de la Rioja Alta se encuentra la capital de la zona, Haro. Bañada por el río Ebro, destaca por la calidad de sus viñedos y por el valor turístico de su casco histórico. Desde los miradores a las afueras de la ciudad, se puede apreciar la belleza y el colorido de sus campos de viñedos. Además de hacer turismo y disfrutar de la gastronomía, el Barrio de la Estación es parada obligatoria, ya que allí se concentran gran cantidad de bodegas centenarias que ofrecen visitas guiadas y catas de vinos. Cabe destacar que a finales de junio se celebra una fiesta tradicional que, como no podía ser de otra manera, tiene como protagonista el vino, nos referimos a la Batalla del Vino.

Briones es otra de las localidades que completa la ruta de La Rioja Alta. De gran interés turístico e histórico, ya que se remonta al pueblo celta, y dotada de un variado patrimonio arquitectónico, destaca además, por sus bodegas y su tradición vinculada al vino. En este municipio podrás aprender todo sobre vino ya que en él se encuentra el Museo Vivanco de la cultura del vino. Localizado en la finca Vivanco, permite pasear por sus viñedos y por sus idílicos jardines. Recomendamos visitar este pueblo mientras se celebra la fiesta de las jornadas medievales.

En la zona de la Rioja Alavesa se encuentra Laguardia, un pueblo marcado a lo largo de su historia por el cultivo del vino, aunque también destacada por su patrimonio artístico, siendo visita obligada la iglesia de Santa María de los Reyes. Cuenta con varias bodegas que ofrecen catas de vino y visitas guiadas, y con centros en los que se realizan tratamientos de vinoterapia. En esta villa medieval además podrás disfrutar de los mejores productos de la huerta cocinados de manera tradicional, que acompañan a los vinos denominación de origen.

En Labastida, como en los demás pueblos que conforman la ruta de La Rioja Alavesa, el vino es el sustento económico de sus habitantes quienes se dedican plenamente a cuidar los viñedos que rodean la localidad. Se llevan a cabo visitas guiadas por el casco histórico de época medieval, pero además sus bodegas están abiertas al público, pudiendo visitar desde las más antiguas a las más modernas. Finalmente, otro lugar imprescindible en Labastida son los lagares rupestres, en los que hace cientos de años se pisaba la uva para convertirla en mosto.