Una copa de vino en la Dieta Mediterránea podría disminuir la aparición de ciertos tipos de cáncer según reciente estudio 1
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Una copa de vino en la Dieta Mediterránea podría disminuir la aparición de ciertos tipos de cáncer según reciente estudio

Copa de vino en la Dieta Mediterranea disminuye cancer

Una copa de vino en la Dieta Mediterránea podría disminuir la aparición de ciertos tipos de cáncer según reciente estudio. En concreto se hace mención en el estudio a una copa de vino tinto.

Todos conocemos los beneficios de la Dieta Mediterránea para la salud. Al hablar de ella nos acordamos de los enormes beneficios del aceite de oliva por ejemplo. Pues en un estudio reciente publicado por la revista Equal Medical Advance se indica que a los ya de por si amplios beneficios de realizar esta dieta, el añadirle un vaso de vino tinto en las comidas, reduce la posibilidad de padecer cáncer, principalmente en aquellos vinculados a órganos del aparato digestivo. Serían por ejemplo el de colón o el de estómago.

Diferentes estudios indicaban que el vino es buen ‘antioxidante’ o incluso que retarda la aparición del Alzheimer. Pero ahora el estudio se vincula ya a una alimentación determinada todo en su conjunto. ‘Busca más el educar a alimentarse de forma adecuada, ayudado por la ingesta de un vaso de vino, que a añadir éste a cualquier comida’. Así lo indica el doctor Jason P. Hill, jefe del proyecto coordinado de la firma norteamericana International Plunkett Nutrition y el israelí Center Alimentation Healthy.

Diferentes elementos procedentes de la fermentación de las uvas tintas son los causantes. Ayudan a tener unas digestiones mucho más ligeras que si acompañamos las comidas de la Dieta Mediterránea con otro tipo de bebidas. ‘El metabolismo que actúa en la digestión alimenticia se ve ‘engrasado’ con una copa de vino tinto, forzándose menos a la extracción de los nutrientes de los alimentos lo que permite conseguir que reduzca su trabajo’, indican los científicos en las conclusiones de su estudio.

Estudio

Según este, se comenzó a evaluar la inclusión de un vaso de vino tinto en las comidas a un colectivo que se le estaban evaluando diferentes efectos de la Dieta Mediterránea. La digestiones de aquellos que bebían un vaso de vino tinto eran mucho más ligeras y rápidas. Esto se confirmó mediante el análisis posterior de ciertas encimas que se veían estimuladas por determinadas sustancias que aparecen en las uvas tintas.

Se analizaron antecedentes familiares para evaluar rasgos genéticos vinculados a la aparición de cáncer. Las conclusiones indicaban que la ingesta del vino ‘podría reducir entre un 15% y un 20% la posibilidad de padecer cáncer, sobre todo vinculado al aparato digestivo’.