La Tarta de Santiago 2
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La Tarta de Santiago

A continuación os dejamos la historia de uno de los productos estrella de Galicia en materia de postrres, dulces o tartas: La Tarta de Santiago.

La noticia más antigua sobre su consumo no está clara aún hoy en día. En 1577, tuvo lugar una visita de Pedro de Portocarrero a la Universidad de Santiago para inspeccionar las comidas que se daban a los profesores con motivo de la concesión de los grados académicos. Aunque en esta época se denominaba “torta real” se piensa que por la forma de elaborarse podría tratarse de lo que hoy se conoce como Tarta de Santiago.

La primera información fiable data de 1838, de un Cuaderno de confitería que recopiló Luis Bartolomé de Leybar. La receta encontrada en este cuaderno coincide con las recetas tradicionales de la famosa tarta Compostela. “El confitero y el pastelero”, libro de Eduardo Merín (publicado en Ferrol en 1893)  proporciona la segunda receta de este dulce.

El origen de la Cruz de Santiago representada en su superfice data del 1924 en el que José Mora Soto propietario de la pastelería compostelana «Casa Mora» comienza a adornar las tartas de almendra con la que sería su silueta característica, alcanzando gran éxito en Galicia y en el resto de España.

A continuación os dejamos una receta para que podáis hacerla en vuestra casa:

Receta de tarta de Santiago

  • 5 huevos
  • 250 gr de azúcar
  • 250 gr de almendras molidas
  • ralladura de la piel de un limón
  • una cucharadita de canela
  • azúcar glas (para decorar)

Pon en un bol el azúcar y las almendras molidas y mezcla. Añade los huevos de uno en uno mientras bates toda la mezcla enérgicamente, hasta obtener una masa de textura fina. Añade la ralladura de limón y la canela y mezcla todo.

Unta con aceite o margarina un molde redondo de unos 22 cm de diámetro y espolvorea con harina (para que no se pegue la tarta). Rellena el molde con la mezcla y hornea a 180ºC hasta que se cueza y esté ligeramente dorado (30 minutos aproximadamente). Cuando esté hecha, saca del horno y deja enfriar.

Para decorar la tarta, coloca sobre la misma la plantilla de la Cruz de Santiago y espolvorea con azúcar glas. Retira la plantilla con cuidado, de modo que quede la silueta de la cruz.