La renovación de un histórico del Poble Sec en Barcelona llega de la mano de El Sortidor de la Filomena Pagès 1
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La renovación de un histórico del Poble Sec en Barcelona llega de la mano de El Sortidor de la Filomena Pagès

En el corazón de uno de los barrios de moda de Barcelona, el Poble Sec, renace uno de los locales centenarios con más encanto de la ciudad: El Sortidor. Ubicado en la plaza homónima, el restaurante, que se reinventa como El Sortidor de la Filomena Pagès, recupera la cocina barcelonesa de siempre, dándole toques imaginativos y de diversión.

Descubre El Sortidor de la Filomena Pagès y su cocina barcelonesa para compartir

El Sortidor es uno de los establecimientos más emblemáticos de Barcelona, no vano, sus más de 100 años lo convierten en un local único. Único, porque mantiene sus porticones modernistas originales desde el año 1908; único, porque conserva la nevera desde la que a principios del siglo XX se suministraba hielo a las familias del Poble Sec; y único, porque durante más de un siglo ha dado de beber y de comer ininterrumpidamente a los vecinos y visitantes de la plaza homónima donde se ubica.

En los años 40 del siglo pasado, la familia Janiu ya lo hizo famoso por servir “posiblemente” las mejores anchoas de la ciudad acompañadas de un buen vermut de barril. Ahora, más de un siglo después, este histórico rincón del Poble Sec revive como El Sortidor de la Filomena Pagès, en memoria de la abuela de una de las nuevas propietarias del restaurante. Y es que, después de unos años ofreciendo cocina mediterránea e italiana, Lídia Aymar, Marc Fité y David Sanmartin se enamoraron del establecimiento y lo adquirieron a principios de 2015 para volverlo a ubicar en el mapa gastronómico de la ciudad de Barcelona. Es, precisamente, en honor de la abuela de Lídia, que deciden poner el sobrenombre de la Filomena Pagès. La Filomena Pagès fue una mujer que durante los años de la posguerra española surtió de provisiones a los maquis y vecinos del Port de la Selva, alimentos que en vez de guardárselos para ella o su familia, prefería dar a los hombres y mujeres que se escondían en las montañas y en las calas de la costa Brava. Es, por este motivo, todo un homenaje, puesto que El Sortidor se convierte ahora en el lugar donde se “da de comer”, pero a toda una serie de novísimos comensales.

Los nuevos gerentes del restaurante quieren recuperar el esplendor de este legendario establecimiento, ofreciendo en un entorno lleno de historia, una cocina barcelonesa con muchos toques de la gastronomía del barrio y con pinceladas de imaginación y de diversión.

Un espacio histórico con cocina barcelonesa

El nuevo Sortidor de la Filomena Pagès mantiene el local prácticamente intacto, y enaltece todavía más algunos de sus detalles modernistas e históricos, como los balcones interiores, que, una vez abiertas todos los porticones del exterior, hace como si el restaurante estuviera en un porche de la Plaza del Sortidor. Mesitas de mármol, techos altos, y como único ornamento, una pequeña barra justo junto a la centenaria nevera hecha a medida en los muros del edificio, tal y como se construían a principios del siglo XX, antes de que existiera la electricidad para conservar frío el hielo.

El restaurante, además, dispone de una terraza que clientes y comensales agradecen, sobre todo de cara a las largas jornadas de primavera y de verano.
Todo pensado para poder disfrutar de una cocina para compartir, tradicional, barcelonesa, basada en el producto de mercado, pero con un punto de modernidad en las texturas y en las presentaciones, tal y como explica el chef ejecutivo, David Sanmartin.

Este cocinero de 28 años, formado en la Escuela de Hostelería de Barcelona y en cocinas como la de Ramón Freixa, ha diseñado una carta de platos, platillos y tapas para todos los gustos.
Ofrece una amplia selección de recetas tradicionales con todo tipo de ingredientes, que él presenta con un giro de texturas, o “con un punto diferente, más divertido, porque la idea es que los clientes coman un plato que en casa no sería tan fácil de preparar”.

Así, por ejemplo, La ensalada de antes está elaborada con lechuga viva, pimiento, tomate de temporada, tomate en conserva artesano (de elaboración propia) y “Seitotxo”, un invento del cocinero, claro homenaje a la cocina del Poble Sec (un boquerón con gusto de anchoa).
Los espárragos del bosque los presenta en un cubito entre flores y hierbas, para que el comensal “los coja” como del bosque. Y el atún está marinado en té de frutos rojos.
En las presentaciones es, además, donde más deja volar su imaginación, para el deleite del comensal.
Así, los Huevos por estrellar con jamón llegan en un mortero para que el cliente los rompa a su gusto y ponga el jamón que quiera.
Los Sonsos recién pescados los presenta en su propia red, como si estuvieran pescados y servidos del mar directamente.
Y las Habitas con cebolla caramelizada y morcilla las sirve en una sartén vintage.
Otro de los platos con más de éxito es el Pulpo con cebolla caramelizada, ya que consigue una textura increíble cociendo el pulpo al vacío.
Postres
Y en los postres también nos encontramos juegos y materia prima de calidad. La Crema de Sant Josep la ofrece con una filigrana de polvo de oro; el Pan con Chocolate es una mousse con helado de chocolate, aire de sal, aceite y tostaditas de pan. Y también recupera y actualiza recetas del barrio, como el Refresco de canela y piña. Y es que, David Sanmartin se define como un loco de la cocina de producto, pero con técnica, un obsesionado por las cocciones exactas, y el detallismo milimétrico.