¿No esperaríais otra cosa para cenar una noche como esta? ¿O sí?
Si algo típico hay en nuestra gastronomía para la noche de San Juan son las sardinas. A la brasa, en la parrilla, …, en las infinitas hogueras que se harán hoy por España y acompañadas un buen trozo de pan de brona (en Galicia de broa), ¿qué más se puede pedir?
Aquí no hay recetas, solo el secreto de que hay que comerlas con las manos, sentir el aceite como te pringa, no ha cabida a los gourmets ni a la nouvelle cuisine. El que quiera comer sardinas en la noche de San Juan seguro que no va a un restaurante de etiqueta, porque entonces no sabrá nunca el significado mágico y esotérico de esta noche, en la que los fuegos espantan a todo lo malo.
Nosotros os la acompañamos con algo tan sencillo como un poco de lechuga, un poco de tomate y cebolla, pero si solo hubiese pan y sardina, la cosa sería igual de espectacular.
Eso sí, el requisito es ‘comerlas con las manos’. Al primero que se le de por usar cubiertos para comer una sardina una noche como esta, habría que expulsarlo ‘gastronómicamente hablando’ del país.
