Fabada asturiana y tinto rioja reserva 1
Maridajes

Fabada asturiana y tinto rioja reserva

Está claro que este maridaje promete a los amantes de la gastronomía española tradicional. Por un lado una Fabada asturiana con todos sus sacramentos como dice mi amigo Sergio. Por otro un vino con carácter, complejo, de paladear y que fortalece a cualquier plato que acompaña, como es este Viña Ardanza Reserva de 1999.

Receta de Fabada asturiana

Hemos empleado 1 kilo de fabas asturianas, traídas de Asturias, nada de comprar por ahí. Las dejamos en remojo la noche antes y cuando hemos ido a por ellas abultaban el doble, algo que las caracteriza mucho.

Vamos a ver los ingredientes que hemos empleado y entre los cuales faltan los que la harían una verdadera fabada:

  • 1 kilo de fabas asturianas
  • 275 gr de panceta
  • 3 chorizos medianos
  • 2 morcillas asturianas
  • una cebolla
  • un diente de ajo
  • pimentón dulce
  • harina (opcional)
  • aceite
  • sal
  • agua

Lo primero es poner en remojo las alubias la noche antes. Si la panceta es curada y, presumiblemente salada, la dejaremos también a desalar la noche antes.

Cogemos la cebolla y la pelamos y la echamos tal cual en la olla. Colocamos los chorizos y las morcillas. Echamos las fabas escurridas y cubrimos de agua. Ponemos a fuego vivo hasta que rompa a hervir, momento en el cual bajaremos el fuego a muy poca potencia y ya está lo complicado, a dejar cocerlas, ya que el truco está en que se hagan a fuego lento.

Cuando veamos que las fabas están hechas, no demasiado blandas, sacamos unas cuantas con parte del caldo que hay en la pota y se meten en un vaso de turbi ya que las vamos a triturar.

Sacamos los chorizos, la morcilla y la panceta de la olla, la troceamos y la volvemos a añadir y echamos encima la salsa del vaso de la turbi que hará que nuestra fabada tenga consistencia y no salga tan líquida (opcional usar harina, nosotros no la hemos usado en esta ocasión). Si quieres espesarla más y darle un toque de sabor, corta un ajo en láminas en una sartén con aceite y, cuando se empiece a dorar, hecha una cucharadita de pimentón dulce y una cucharada de harina. Revolvemos rápido y se lo echamos a la olla.

 

Viña Ardanza Reserva de 1999

Lógicamente este plato no podía ir con un vino ligero. Por eso nuestra elección ha sido la de un vino reserva clásico y que todas las añadas que hemos probado nos ha gustado. Este Viña Ardanza Reserva de 1999 es un vino que es elaborado con un 80% Tempranillo y un 20% Garnacha, procedentes del pago Viña Ardanza, de 30 años de edad que se encuentra en la zona Rioja Alta.

Se trata de un vino que ha pasado 36 meses en barricas de roble americano 36 y que ha sido sometido a 6 trasiegas manuales, enbotellándose en Noviembre de 2003, con lo cual lleva 12 años en botella.

Ni que decir tiene que es un vino con potente entrada en boca, que al maridarlo con una fabada, compite en potencia con ella, lo cual nos da un contraste que nos encanta. No sería lo mismo tomar este plato con un vino ligero.

Vino elegante en paso y que está en su plenitud en estos años.