Pulpo á feira y albariño Burgáns 2
Maridajes

Pulpo á feira y albariño Burgáns

Con esta combinación clásica pero que nunca falla, comenzamos nuestra sección de ‘Maridajes’, en la que queremos ayudar a escoger los mejores vinos para las recetas que podemos hacer todos los días en casa. No veréis platos de nouvelle cuisine, sino recetas del día a día que nos permitan disfrutar al máximo de un vino adecuado a los sabores y sensaciones que nos dé cada plato.

Hoy os voy a dejar las impresiones de este vino, un albariño, Burgáns 2011, de Bodegas Martín Códax y que fue el que escogí el fin de semana pasado para realizar un ‘maridaje casero’ con un pulpo á feira de poco más de 3 kilos. La expresión final de este maridaje es ‘sin palabras’.

Dejando a un lado el pulpo, ya que os dejamos como se debe de hacer el ‘pulpo á feira’ en el siguiente enlace (receta de pulpo á feira), y ya os lo hemos explicado en diferentes recetas, vamos con el vino y como maridamos.

Vino enormemente fresco, agradable en boca, de beber continuo y que con 12,5º de alcohol facilita enormemente su entrada en boca y la continua sensación de querer otra copa más.

Es un albariño clásico con frescor, dulzura en boca y, sobre todo, una justa acidez que está perfectamente controlada ideal para casar con el picante del pulpo. Es un vino envolvente y goloso. Dulzura vino-picante del pulpo.

Es para servirlo entre 10-12 grados y aunque yo lo tenía a 14, las sensaciones son fenomenales.

Notas de cata:

A la vista este Burgáns 2011 nos da un color amarillo pajizo a copa parada que transmite ribetes y reflejos verdosos en movimiento en copa. Enormemente limpio, muy brillante con una lágrima bastante rápida y capa típica de los albariños.

En nariz es un albariño en estado puro: esencias de frutas maduras con acidez como albaricoques, melocotones, incluso con esencias de piña. Se percibe un regusto a hinojo detrás de las frutas. A destacar la carga cítrica que le da una sensación potente de frescura.

En boca tiene una entrada agradable, suave y melosa. Un paso increiblemente fresco y que llena completamente la boca con gran frescor. Es un vino estructurado como ya dijimos antes con un excelente control de la acidez típica de los albariños.

En postgusto nos encontramos con un vino persistente.

Excelente vino, tanto para tomar solo como en maridaje.