Ya hemos comentado en ocasiones que estudios indicaban que el consumo moderado de alcohol podía impedir la proliferación de ciertas células cancerígenas.
Pues un reciente estudio realizado por un equipo de la Universidad de Harvard y varios institutos de salud en Finlandia y publicado en línea en la revista médica Cancer Causes Control dan un paso más allá. En concreto analiza el cáncer de próstata en los hombres.
Se trata de un estudio que ha analizado durante 30 años a parejas de gemelos finlandeses, un total de 11,372 gemelos. Entre 1981 y 2012 se les realizaron encuestas periódicas y exámenes médicos. Durante ese periodo, 601 hombres desarrollaron cáncer de próstata, datos dentro de la estadística.
La cuestión fue que los consumidores de alcohol en cantidades elevadas (más de 14 unidades a la semana) tenían un mayor riesgo de cáncer de próstata que los bebedores moderados (que consumen un máximo de tres unidades por semana). Pero la cosa no acaba ahí. Y es que también se comprobó que tenían menos probabilidades que los que no bebían ni una gota de alcohol.
Críticas
Ha surgido una crítica al estudio. Publicada en el Foro Internacional para la Investigación Científica del Alcohol (Isfar) en la Universidad de Boston. Según los científicos, no se especificó el tipo de bebida ni el tipo de comida de los participantes del estudio. Ellos consideran que estos dos datos serían muy importantes.
Otra crítica llega de Ramón Estruch, profesor asociado de medicina de la Universidad de Barcelona. «En nuestra experiencia (que incluye un estudio no publicado todavía), el efecto de la ingesta de alcohol (incluso moderadamente) sobre el cáncer varía en función del patrón de la dieta de la consumidores (es decir, una alimentación sana, dieta mediterránea, en comparación con las dietas poco saludables, es decir, el patrón de dieta occidental)».
Queda claro que hay que profundizar más en el tema.
