Dos nuevos premios, recibidos en esta ocasión en Barcelona en el certamen Barcelona Beer Challenge para sus cervezas Loira y María Soliña, convierten a Menduiña en la cervecera artesana gallega más laureada.
Cervexas Menduiña ha regresado de Barcelona con dos nuevos premios que sumar a los conseguidos en apenas un año que llevan compitiendo con sus elaboraciones en certámenes nacionales e internacionales, sumando un total de siete galardones. En esta ocasión ha sido el Barcelona Beer Challenge, el concurso nacional de cervezas artesanas más importante de España, el que ha reconocido el buen hacer de la cervecera artesanal gallega, otorgándole sendas medallas a las dos elaboraciones con las que Menduiña se presentó al certamen, Loira y María Soliña.
Así, Loira ha obtenido una Medalla de Plata en la categoría Pale Bitter European Beer (cerveza europea rubia) mientras que María Soliña también regresa con una Plata en la categoría Specialty Smoked Beer (Cerveza Ahumada). Con estos dos galardones, Cervexas Menduiña se convierte en la cervecera artesanal gallega con mayor número de reconocimientos y a estas dos elaboraciones en las más laureadas. Un reconocimiento muy especial para los creadores de estas elaboraciones, Alberte Fernández y Valeria Efftimoff, ya que Loira es una de las primeras lager artesanales que se hicieron en España y pionera en Galicia, siendo también pionera en cerveza sin gluten, y María Soliña, ha conseguido captar el espíritu de las cervezas ahumadas tradicionales de Baviera, objetivo con el que nació y que le está permitiendo alcanzar un gran reconocimiento en su categoría a concurso.
Concurso con muy alto nivel
Esta era la segunda ocasión en la que la empresa canguesa acudía a Barcelona, si bien el año pasado lo hizo al Campeonato Nacional de Cervezas (CNC) mientras que en esta ocasión se celebraba la primera edición del concurso de cervezas en el marco de la Barcelona Beer Festival (BBF), un festival con cinco años de antigüedad y ampliamente consolidado en el calendario cervecero nacional. Sin embargo, aunque se trataba de la primera edición del concurso, el BBF era “una plaza muy complicada”, a decir de los responsables de la empresa, puesto que hay que tener en cuenta que participaban 515 cervezas de 148 empresas procedentes de 16 países.
Además, al alto nivel y al gran número de participantes se sumaba que en esta edición la decisión de los premiados la tomó un jurado reconocido por el BJCP (Beer Jutge Certification Program), lo que significa que está conformado por jueces en posesión de una certificación internacional referente en términos de clasificación de cerveza y cuyo uso es imprescindible en la selección de jueces entre los festivales más prestigiosos a nivel mundial, lo que le da si cabe un mayor valor a la consecución de este tipo de reconocimientos.
Este requisito garantiza un nivel altísimo en el concurso y asegura la participación de un jurado profesionalizado que dota al concurso de un reconocimiento inapelable y una seriedad que contribuye a la necesaria profesionalización del sector cervecero, que es uno de los objetivos de este campeonato. El concurso premia con carácter anual a las mejores cervezas, pudiendo concursar cerveceros que produzcan dentro y fuera del Estado Español y que cumplan con los estrictos requisitos de participación.
