Festa do Carneiro ó Espeto en Moraña en la provincia de Pontevedra.
Esta fiesta o jornada de exaltación gastronómica se va a celebrar el próximo día 31 de este mes de julio. Pero realmente es el cierre a una serie de jornadas festivas que duran prácticamente todo el mes. Jornadas y actividades vinculadas a la gastronomía de este plato, el Carneiro ao Espeto.
Cierra por lo tanto las fiestas de esta localidad con una ‘comida pantagruélica’ que se celebra en la Carballeira de Santa Lucía. Cerca de 200 carneros se asan al estilo pampero (abiertos en canal y con fuego de leña). Pero lo curioso, y os avisamos, aquí no se venden platos por persona, se venden lotes Es decir carneros enteros, de ahí que sea una jornada gastronómica para grupos de amigos o familias que quieren disfrutar de la gastronomía.
De hecho hablamos de que las mesas son de entre 20 y 30 personas y hay que reservarlas con antelación (aquí podéis hacer la reserva).
Contenido de los lotes
- Un carnero asado “Ó ESPETO”, de 12 a 14 kilos
- Una empanada de trigo de zorza
- Una empanada de trigo de bacalao con uvas pasas
- Cuatro molletes de pan
- Doce botellas de vino tinto de la tierra “CARNEIRO Ó ESPETO”
- Doce botellas de agua
- Una botella de salsa especial “Ajilismójilis” para el asado
- Café y augardiente
- Servicio completo de mesa
El importe del lote es de Trescientos euros (300, 00 €).
Si prefieres ira no participar en los lotes, los restaurantes de la zona también preparan este suculento plato.
Como indica la página de Turgalicia, esta fiesta tiene su origen remoto en los primeros años del siglo XX. De aquella un emigrante de la villa en Argentina organizó una comida campestre con carnero al estilo pampero.
No obstante, como se conoce actualmente, empezó por el año 1969 como iniciativa de un grupo de jóvenes de la localidad. Con tan larga trayectoria, está considerada una de las citas gastronómicas más importantes de Galicia.
Mientras esperan por el asado, que necesita unas siete horas para estar a punto, los comensales abren el apetito con las empanadas y el vino. Las peñas, reconocibles por sus llamativas camisetas, animan la comida con sus charangas y todo el mundo acaba contagiado del espíritu lúdico de esta gran bacanal.
