Uno de los clásicos de nuestra gastronomía ya comienzan a llegar a los mercados: ya están aquí las primeras cerezas del Jerte.
Y es que el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Cereza del Jerte ha comenzado a certificar las primeras cerezas de la variedad Navalinda, la única que tiene pedúnculo certificada en el Valle del Jerte, por lo que pronto se encontrarán en el mercado con la contraetiqueta que garantiza su máxima calidad.
Previsiones para este 2014: alrededor de 20 millones de kilos de cerezas y entre 8 y 10 millones de kilos de picotas.
Y es que para los que no lo sabéis, no es lo mismo la cereza que la picota, aunque muchos las generalizamos y les llamamos de la misma manera.
En la zona del Jerte la predominante es la cereza sin pedúnculo llamada picota que llegan a partir de la primera quincena de junio y que, con la máxima calidad garantizada por la contraetiqueta que siempre les acompaña, estarán en los mercados hasta la primera semana de agosto.
Se trata de una cereza más pequeña y más sabrosa que el resto de las cerezas. Mientras que las mejores cerezas comunes de variedades tipo California o Navalinda tienen calibres de 28 milimetros o incluso 30, 32 o más, las picotas oscilan entre los calibres de 24 y 26 milímetros.
La picota es sin duda la más rica de las cerezas, más dulce y con menos acidez. Por eso, pese a ser más pequeña se cotiza más la picota que la cereza por ser menos ácida, más sabrosa y con la carne más tersa y firme.
Y para poner más énfasis en su llegada a los mercados, se ha propuesto la celebración de unas actividades culturales y gastronómicas con la denominación de la Cerecera que se desarrollarán en estos municipios cacereños entre los días 28 de mayo y 8 de agosto, época de apogeo de esta cerezas.
Se incluirán jornadas gastronómicas de la Cereza Picota, feria de la cereza, degustaciones gastronómicas y catas, jornadas de puertas abiertas en las cooperativas del Valle, propuestas deportivas, competiciones, juegos y concursos, música o artesanía.
