Bizcocho casero con mermelada de manzana 4
Postres Recetas

Bizcocho casero con mermelada de manzana

Hoy empezamos la semana con un postre que es mezcla de dos, de un bizcocho casero que hacemos a menudo y lo rellenamos de licor y de una mermelada de manzana. Por lo tanto, sin ser difícil, lleva su tiempo esta receta pero vale sin duda la pena.

Pondremos dos recetas por lo tanto:

  • 2 yemas de huevo
  • 3 claras de huevo
  • 3 cucharadas soperas de azúcar
  • 6 cucharadas soperas de harina
  • 1 cucharada sopera de levadura Royal
  • un poco de mantequilla para untar el molde
  • sal

Para cubrirlo: ¼ litro de agua y 125 gr. de azúcar

Para la mermelada de manzana (que hacemos más para que nos quede):

  • 2 kilos de manzanas
  • zumo de medio limón
  • azúcar, ½ kilo por cada kilo de manzana ya cocida (aquí cada maestrillo tiene su librillo)

Lo primero es hacer la mermelada:

Pelamos las manzanas y las troceamos, la lavamos bien y las ponemos en una olla. Nosotros echamos la mitad del azúcar de forma orientativa en ese momento la otra mitad cuando ya estén cocidas y las vayamos a pasar por la turbi y el chino.

Echamos el zumo de medio limón para evitar que se nos oxiden las manzanas y comenzamos a dar vueltas hasta que nos vaya quedando como la foto siguiente.

Se pasa por el chino y luego por la turbi y dejamos reposar sin que se nos llegue a enfriar del todo para que no coja textura de membrillo.

Y pasamos al bizcocho.

Se baten las 3 claras muy firmes con un pellizquito de sal. Cuando están batidas se les añade el azúcar, después las yemas y, cucharada a cucharada, 3 de harina, la de levadura Royal y las 3 últimas de harina.

Se unta con mantequilla un molde en forma de corona. Se vierte la masa dentro hasta la mitad. En ese momento echamos una capa del tamaño que queramos de la mermelada de manzana que teníamos enfriando. Se vuelve a cubrir con masa y se mete a horno mediano unos 45 minutos. Mientras se va haciendo el almíbar, poniendo el agua con el azúcar a que cuezan durante unos 5 minutos.

Se apartará para que no cueza más, pero sin dejarlo enfriar.

Cuando se ha comprobado que el bizcocho está cocido (con un alambre), se saca del horno y sin desmoldar se le vierte poco a poco el almíbar caliente. Ojo que se le puede dar la vuelta y echarle también por el otro lado.

Una vez bien empapado, se desmolda, volcándolo en la fuente donde se vaya a servir, y se sirve así o con nata montada o con algo que os guste.