Otro de los postres muy tradicionales que hay en nuestra gastronomía son las natillas. Pocas son las ocasiones que podemos decir que a las abuelas les salía mejor un plato que a muchos chefs actuales y, las natillas, son una de esas veces. Por muchas veces que realizo este plato, en mi caso no me salen ni por asomo parecidas a las de mi abuela. No están malas pero no se que hacía ella que le salían infinitamente mejor que a mi.
Veamos esta receta de natillas hoy para que la probéis.
Los ingredientes para esta receta suelen ser los mismos, con lo cual la diferencia la marca la mano del que las hace.
Leche, azúcar, yemas de huevo y vainilla es lo habitual. Canela y la galleta, son elementos clásicos.
Ingredientes
- 1 litro de leche
- 150 gramos de azúcar
- 12 yemas de huevo
- 1 vaina de vainilla
- canela en polvo
- galletas (decoración encima que nosotros no hemos puesto en esta ocasión)
Lo primero es comenzar por la elaboración de las natillas. Separamos las yemas de las claras y echamos las primeras en un bol grade que es donde las batiremos. Batidas les añadimos un vaso de leche y revolvemos.
El resto dela leche (más o menos medio litro del inicial), lo ponemos en una cazuela al fuego. Le añadimos abierta la vaina de vainilla, echamos azúcar y a fuego lento dejamos que cuezan hasta que lleguen al punto de ebullición.
En ese momento le añadimos el resto de la leche que nos queda y removemos todo suavemente en la cazuela.
El truco a partir de ahora es removerlo a fuego lento constantemente para evitar que se nos pegue. Llegará al momento que vemos que se hace un bloque y que por los bordes ya no echa espumilla. Ojo, no dejar que hiervan nunca.
Ponemos lo de la cazuela en el bol y dejamos que se enfríen.
De ahí a los recipientes escogidos que tengamos espolvoreándolas con una poco de canela y con una galleta encima.
