¿Cómo enfriar nuestra copa de vino blanco ya servida? Con uvas congeladas 1
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¿Cómo enfriar nuestra copa de vino blanco ya servida? Con uvas congeladas

Estamos tomando un vino y notamos que se empieza a calentar. En su momento se puso la moda del hielo. Pero este no deja de ser agua y acaba derritiéndose y, por ende, aguando el vino. Como consecuencia, el deseable objetivo de enfriar el vino blanco tiene una consecuencia indeseable.

Pero los vinos blancos deben tomarse frescos, incluso muy frescos (caso de la champaña), aunque nunca helados. ¿Solución?

Lo más habitual es enfriar la botella en la heladera o en la cubitera con agua fría y unos trocitos de hielo, no en un montón de hielo.

Si tomamos vinos blancos, podemos tomar medidas para evitar que se nos caliente la copa, como por ejemplo servir menos cantidad de la que se pondría en el vaso de ser un vino tinto. También es importante agarrar la copa por el tallo, nunca por el cáliz. Cosas que cualquier aficionado sabe.

¿Pero si aun así se nos calienta el vino en la copa? ¿Hielos? Pues el método es más sencillo: uvas blancas congeladas.

El procedimiento consiste en sacar unas uvas blancas, grandes y dulces de un racimo y congelarlas. Se conservan en el congelador y si queremos enfriar nuestro vino blanco en la copa basta con colocar dos o tres uvas ya que enfriarán la bebida y seguirán siendo uvas, incluso si les da el tiempo para descongelarse.