Consejos para no equivocarse en la elección de un vino en una comida 1
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Consejos para no equivocarse en la elección de un vino en una comida

Muchos son de lógica, pero otros no tanto. Dependerá mucho de los comensales que haya a la mesa y de lo que se vaya a comer. Pero vamos a intentar generalizar.

Si la comida va a constar de varios platos y los comensales son de gustos variados y solo vamos a escoger un único vino, lo primero que se debe de hacer es buscar un vino que maride con el plato principal de la comida.

La cosa cambia si se van a escoger más de un vino para la comida o cena que tenemos delante, teniendo además mucha importancia el orden en que se sirven los vinos escogidos. Lógicamente se prefiere comenzar con vinos más de los denominados como sencillos, blancos, rosados o tintos jóvenes. Ya al avanzar introduciremos algún vino con crianza y, si se puede, reserva.

Ni que decir tiene que vinos distintos implican copas distintas, no se os pase por la cabeza tomar un crianza en la misma copa donde tomásteis un blanco hace 20 minutos.

Siempre que la botella se abra en la mesa, para evitar disgustos del tipo de que el vino no se parece en nada al que probásteis en otra ocasión aunque la botella por fuera sea la misma.

Importante que sirva el vino a la temperatura adecuada. Ahí la lógica siempre dice que frescos o muy frescos los blancos y rosados y tirando más a una temperatura de entre 14-18º los tintos.

Por último, para saborear un vino hay que tomar la cantidad adecuada para ello, con lo cual tener en cuenta que por lo normal es que por cada botella de vino salgan 6 copas. Si os salen 12 o 4 copas, está claro que no podréis disfrutar al máximo de lo que os aporta ese vino.

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