Korean Ttongsul, o vino de heces tiene su origen en Corea y se hace sumergiendo una vara de bambú en un orinal que contiene las heces humanas con alcohol y se deja allí durante varios meses para fermentar. Después de este tiempo, se quita la caña de bambú y se filtra para ser servido.
Otro método es mezclar simplemente alcohol con heces durante varios días hasta que se ha fermentado, antes de colar y servir la mezcla.
La bebida inusual dejó de producirse allá por el año 1960, pero ha resurgido al comprobarse como un tratamiento efectivo para los cortes, contusiones y otra serie de enfermedades, además de ser promocionado como una cura para la epilepsia.
Para que no penséis que estamos de broma, os dejamos el siguiente vídeo:
