Catamos Comte de Talem 2015, vino de Francia de la zona de Bordeaux. Sin duda un vino que podíamos morirnos sin probarlo.
Siempre hablamos en positivo de los vinos que catamos, pero alguna vez teníamos que hacer lo contrario. Un vino que, gracias a Dios, nos han regalado, porque sino nos estaríamos lamentando del dinero tirado. Un claro ejemplo que poner la palabra Bordeaux en un vino no es garantía de calidad.
Un vino completamente fuera de lugar, incluso si fuera vino a granel se podría salvar, pero no es así.
Notas de cata de Comte de Talem 2015
Si a la vista podría verse un vino salvable con ciertos colores y matices varietales, la nariz ya nos da mala espina. Y es que además se recomienda abrirlo una hora antes de catarlo, siendo un vino joven, con lo cual la oxigenación es lo que creemos que acaba de matar este vino. Inicialmente posee ciertos aromas frutales que al cabo de 10 minutos se desvanecen. Se entremezclan aromas extraños especiados que se superponen a lo poco que queda de aromas frutales. Una acidez exagerada.
En boca presenta incluso pero asunto. Lo de un vino fresco no sabemos donde se queda. Los taninos exageradamente astringentes. Paso por boca seco y áspero. Una acidez final particularmente demasiado pronunciada.
Sin duda un vino que si se mezcla con gaseosa, la estropea.
