¿Descorche sí, descorche no? 1
Vinos

¿Descorche sí, descorche no?

Hoy queremos traer un tema que nos parece interesante debatir. No por generar controversias de ningún tipo, sino porque podría ser una solución a la caída del consumo interno del vino en España.

Recientemente he leído un artículo en el que se indicaban el listado de 20 restaurantes que permitían el ‘descorche’ y hemos creído plantear este debate en España y ver vuestras opiniones.

¿Qué entendemos por el descorche?

En países como Argentina, del que hablábamos en el artículo que indicábamos antes, o como los USA, hay restaurantes que permiten llevar al comensal su vino de casa y ellos cobran un servicio por el descorche del mismo y su servicio en copas propias del establecimiento. Es decir, el cliente se lleva su propio vino y el restaurante cobra por servirlo una cantidad determinada junto a su comida.

Pros y contras

Pongámonos en situación. Sois amantes del vino y queréis salir a comer o cenar en vuestro restaurante favorito. Os encanta como cocina y queréis probar sus platos junto a vuestro vino favorito o a un vino que habéis conseguido de reducida producción y que os encantaría maridar con las viandas de ese restaurante.

Llegáis al restaurante pero ese vino, del que querías disfrutar, no está en la carta.

Lo más habitual es que acabéis escogiendo un vino de la carta o haciendo caso al sommelier (si lo tiene).

Lo que está claro es que la comida os va a gustar aunque no la acompañéis del vino deseado. Pero ¿y si la pudierais acompañar de ese vino? Con mucha probabilidad, el nivel de satisfacción sería mayor.

Vamos por otro lado a analizar al restaurante.

Restaurantes

Este posee una carta de vinos a los cuáles les coloca un precio en el cual incluye su margen. En este, por norma general, se incluye la disponibilidad de ese vino, su apertura, su servicio y el uso de las copas.

Si suponemos que el restaurante tiene un vino en la carta que adquiere a 8 euros y lo pone en la carta a 15 euros, la diferencia sería el margen y englobaría todo lo anteriormente indicado.

¿Y si el restaurante coge ese margen, por ejemplo 7 euros, y se lo cobra a un cliente por todos los servicios antes indicados por servirle junto a su comida el vino que este trae de su casa?

El margen de beneficio sería el mismo pero el nivel de satisfacción del cliente sería mayor. La mayor satisfacción del cliente redundará en mejores referencias que daría del restaurante y en mayor número de potenciales clientes, así como de repetición de los inicialmente satisfechos.

Pero hay aun un beneficio más para el restaurante. El que el cliente pueda traer su propio vino y cobre por servirlo, evita que tenga que tener un stock de vinos elevado en su establecimiento, lo que hace que tenga que invertir menos dinero en comprar vinos que, inicialmente, no sabe cuando los va a recuperar vía servicio al cliente.

Cuestión de márgenes razonables

Vamos con otro ejemplo para ubicarnos.

Hace unos meses fui a un restaurante y me fijé en un vino en concreto de su carta. La razón es porque yo conozco a esa bodega y sé lo que cuesta el vino en cuestión si lo adquieres en sus instalaciones. El precio en bodega es de 12 euros, en supermercado es de 15,50 euros y en la carta estaba a 18 euros. El margen de la botella estaba en 6 euros. Pero hay que tener en cuenta que incluye el uso de una mesa, el servicio del vino, el uso de unos catavinos,…. Ese margen me pareció razonable y lo elegí para la comida.

Un par de semanas después fui a otro restaurante y mirando la cata de vinos me encontré el mismo vino. En esta ocasión el precio en la carta era de 24 euros. Siguiendo el ejemplo, el margen se dispararía a los 12 euros, o sea, duplicaría el precio de compra del vino. No me pareció un precio razonable con lo cual opté por no pedir vino en la comida ya que, con toda probabilidad, todos los vinos tendrían ese margen en la carta y no me parecía de recibo.

Ejemplo

Tras estas dos experiencias, las referencias que he dado de los dos restaurantes fueron diferentes. En los dos me gustó la comida que me sirvieron, pero como yo soy amante del vino, la satisfacción en el primero fue mucho mayor que en el segundo. Cuando me han preguntado cómo había sido mi experiencia en ambos, yo siempre he recomendado el primer restaurante, matizando que es la mejor opción si quieres pedir un vino con la comida.

Todo en esta vida tiene un coste, con lo cual, el poder disfrutar de un vino que yo lleve de mi casa en un restaurante conlleva que se me cobre por un servicio. Si este coste es razonable, sin duda que no pondría ninguna pega en que me lo incluyesen en la factura de la comida. A mi ni se me ocurre el llevar mi propio vino y pensar que no me cobren nada porque me lo sirvan. Sé que tiene un coste. Todo es, por lo tanto, cuestión de márgenes razonables.

Si es más satisfactorio ¿por qué no hacerlo?

Si el restaurante en su cata indica que por el servicio de descorche y servirlo cobra una determinada cantidad y a mi me parece justa, sin duda mi satisfacción sería mayor que si me veo obligado a escoger otro vino del que no estoy convencido.

Pero si a mayores, el restaurante con el cobro de esta cantidad cubre el margen que gana al servir una botella que tenía en su establecimiento, conseguirá por un lado un cliente más satisfecho, por otro conseguirá el margen igualmente y, además, no se verá obligado a tener muchas botellas en stock, reduciendo el dinero que dedica a crear y mantener su vinoteca.

Y con esto no quiere decir que todos los restaurantes tengan que poner el mismo precio por el descorche y servirlo. Cada uno puede poner el precio que considere, pero siempre dentro de unos márgenes razonables.

Opiniones

Consideramos que podría ser interesante este tipo de servicio. Tanto para los restaurantes, como para las bodegas, como para los amantes del vino. Además, creemos que podría ser una forma de reactivar el consumo de vino en España. Por ese motivo nos gustaría saber qué opináis al respecto.

Nosotros, desde este magazine, estamos dispuestos a tener un listado actualizado de aquellos restaurantes que quieran ofrecer ese servicio de descorche a sus clientes.