Dos hechos destacan entre las noticias de la última semana en el mundo del vino español.
La primera es que a lo largo del primer semestre de este año Estados Unidos, Canadá y Reino Unido, o sea, el mundo anglosajón, han incrementado sus importaciones de vino envasado y de calidad español, una tendencia alcista que ha desplazado a las compras de granel lo que nos permite conseguir fortalecer nuestra marca de vinos de calidad.
La segunda es que las importaciones de vino a granel o de baja calidad que realizamos de Chile se han incrementado en nuestro país en los primeros 7 meses de este año en un 2400%.
Si a estas dos noticias les unimos las cifras de consumo interno del vino cerradas oficialmente a finales del 2012 frente a las cifras de consumo exterior (o sea exportaciones) se puede concluir que el buen vino español es cada vez menos consumido por nosotros y lo cambiamos por vino de peor calidad procedente de fuera. Somos buenos productores pero economómicamente no nos podemos permitir el beber el vino que producimos lo cual no deja de ser una paradoja francamente triste y que demuestra que muchas bodegas españolas solo producen para exportar importándoles bien poco el consumidor nacional.
Mal camino se presenta, sobre todo en muchas denominaciones de origen donde el turismo que llega en forma de enoturismo es procedente de los viajes de españoles por el país. Si lo que producen tiene precios que piensan en la exportación no creo que sea un punto de atracción al enoturista español.
Habrá que meditar algo estas noticias y ver que hacer y ver si es o no una tendencia peligrosa en el mundo del vino en España.
