Aceites «Oleazara» presenta sus aceites de oliva virgen extra.
Elaborados con arbequina para su ecológico y con empeltre para el más tradicional, la gama se completa con otros productos agroalimentarios y, próximamente, cosméticos.
La empresa de reciente creación está inscrita en el CRDOP Aceite del Bajo Aragón y ostenta el sello de Agricultura Ecológica.
Bajo la denominación Guomango y con la marca «OLEAZARA», hay un proyecto liderado por cuatro empresarias zaragozanas: Penélope García, Penélope Santamera, Juncal Santamera y Pilar Real, que han puesto en el mercado distintos productos relacionados con el aceite y de los que destacan sus dos virgen extra (AOVE – Aceite de Oliva Virgen Extra) uno elaborado con la variedad Arbequina y con el sello de ecológico; y otro con la variedad empeltre para el de gusto más tradicional en el ámbito aragonés.
El proyecto forma parte de los impulsados por el programa de Emprendimiento Agroalimentario del Instituto Aragonés de Fomento en la edición del año pasado y que junto con otros se está posicionando en el mercado tanto nacional como
en la exportación.
El aceite de Oliva Virgen Extra OLEAZARA, se obtiene con procesos mecánicos minuciosos y una molturación a muy baja temperatura con la denominada EXTRACCIÓN EN FRÍO. Estos son exclusivamente mecánicos, es decir que el molido, batido, prensado, centrifugado, decantación y filtrado que se realizan, sin que el producto sufra ningún tipo de transformación que altere sus características naturales.
El virgen extra se diferencia del refinado en que no se obtiene con procedimientos químicos, no tiene ningún defecto y conserva sus propiedades organolépticas intactas. (color, aroma y sabor) Está catalogado por el panel de cata de calidad virgen extra por sus atributos y CERO DEFECTOS.
El COI (Comité Oleícola Internacional) exige que el Virgen Extra, mantenga su acidez por debajo del 0,8%. Una vez realizado todo el proceso de molturación, centrifugado, filtrado, etc. se almacena en las bodegas. Para ello utilizan depósitos de acero inoxidable y sistema siempre-lleno regulados por temperatura, para proteger el aceite del calor, la luz y el oxígeno, (los
mayores enemigos del aceite) que hacen que se altere por oxidación y cambie su sabor, aroma y color.
En estos depósitos se mantiene el sabor del aceite sin alteraciones, tal y como sale de la almazara para que el aceite llegue a sus consumidores con un aspecto y un sabor irreprochables.
Por este motivo sus botellas están esmaltadas, para que la luz no penetre a través del cristal y mantenga sus características organolépticas intactas.
Además, comercializan aceitunas de la variedad Empeltre y Caspe, un paté de aceitunas Empeltres y otro de Arbequinas. Los patés tienen el sello de «Agricultura Artesana», que hace referencia a los sabores auténticos e intensos que recuerdan a los de antaño y que no llevan ni aditivos ni conservantes.
