En concreto una cata de pimientos asados del Bierzo, a la cual nos han invitado el Consejo Regulador I.G.P. Pimiento Asado del Bierzo como medio gastronómico y en la que podremos participar conjuntamente con productores y profesionales de la gastronomía y que se va a celebrar hoy tarde.
Y es que frecuentemente os comentamos catas de vinos, cervezas o incluso de quesos, con lo cual esta es una nueva experiencia que queremos compartir con vosotros y que os ayudará a conocer un producto de calidad de nuestra gastronomía, saber cuáles son sus características, saber diferenciarlo y saber si cuando lo probéis está en estado óptimo. Además, al final de la cata podremos disfrutar de una serie de platos preparados por el chef Miguel Martínez del Restaurante Posada Real La Tronera en Villadepalos.
La Cata
Como el resto de las catas, la cata de pimientos tiene también unas fases, ligadas a los sentidos. Así tendremos una fase visual, una fase en nariz y, como no, una fase en boca.
Fase Visual
Como podéis ver en las fotos, estamos hablando de un color muy característico de este pimiento asado del Bierzo, que lo diferencia de otros, pero y si lo que queremos es abrir un bote de este tipo de pimientos, ¿cómo sería la fase visual?
Pues muy fácil. Cuando abrís un bote de estos pimientos y le echáis en un plato, a la vista destacan dos cosas: el pimiento y el líquido que lleva consigo.
Un pimiento asado en horno o chapa como es éste, tiene que tener una superficie con fisuras, ya que no deja de estar asado. Si lo vemos demasiado fisurado, puede ser un defecto de maduración o de haberlo tenido demasiado tiempo en el horno.
El líquido que tiene debe de ser denso, espeso y no mucho ya que es el líquido que suelta el propio pimiento. Si al volcarlo lo véis muy líquido y bastante cantidad, probablemente es que se le haya estado en contacto con el agua, lo cual nos deja un pimiento asado del Bierzo no del todo óptimo.
Fase olfativa
¿A qué debe de oler un bote de estos pimientos al abrirlo? Pues por pura lógica, a humo, a horno, a asado. No olvidemos que los asan en horno o chapa, con lo cual ese olor tan característico debe de notarse. Mucha gente de la Comarca del Bierzo dice que es el ‘olor a otoño’, que destapar un bote de pimientos evoca a los primeros fríos del otoño. Si lo abrís y no os huele a humo o a horno, difícilmente será un pimiento asado del Bierzo.
Fase gustativa
¿Qué podemos comprobar en esta fase? La dureza, la cohesividad, al amargor, el picor y el toque ahumado.
Es un pimiento que no es blando, ojo, no es tampoco duro. Tiene que tener una dureza justa que permita masticarlo sin problemas. Si se deshace en la boca o bien es imposible partirlo, estamos ante un pimiento defectuoso. El pimiento asado del Bierzo perfecto es completamente igual de dureza en todas sus partes, no puede tener partes duras o blandas.
El ligero amargor es debido a su bajo contenido en hidratos de carbono, y el sabor ahumado, es debido al quemado de la propia piel al estar en contacto con la chapa caliente. Estos son los elementos diferenciadores del pimiento asado del Bierzo.
Aun así, por mucho que os quiera describir sus características, lo mejor que podéis hacer es probarlo y seguir las fases que os hemos puesto.
Cuando os traigamos imágenes de la cata y de las preparaciones realizadas con estos pimientos, podréis comprobar personalmente el manjar del que os hablo y las grandes posibilidades que tenéis con él en la cocina.
