En artículos anteriores ya comentábamos el ‘timo’ institucionalizado y protegido por el Gobierno de legalizar el origen de cerdas sin garantías de ibérico como tal, lo cual había hecho que finalmente, productos ibéricos en un 25% (como mucho) llegasen al mercado con el calificativo ibérico en su denominación (recomendamos lectura de No es ibérico todo lo que pone ibérico y No es ibérico todo lo que pone ibérico (2ª parte)).
Pues hoy indicamos como la empresa encargada de la ‘falsa certificación’ recibe su ‘pago’: 450.000 euros en subvenciones para AECERIBER, además de 2 millones ingresados por la calificación de 400.000 hembras falsas reproductoras como ibéricas de pura raza.
La Asociación Española de Criadores de Cerdo Ibérico (AECERIBER) recibe de Bruselas, del Gobierno Central y de varias Administraciones Autonómicas en concepto de ayudas para la gestión del Libro genealógico de la autóctona raza porcina ibérica. Libro Genealógico que en la actualidad contiene 400.000 hembras (casi la totalidad del censo inventariado) de la especie porcina calificadas falsamente como reproductoras de pura raza ibérica.
Además a estas cuantiosas subvenciones, que año tras año recibe AECERIBER, se han de añadir los 2.000.000 millones de euros que por estas engañosas calificaciones raciales ha cobrado la referida asociación a los ganaderos que han solicitado la certificación e inscripción de sus reses en el registro censal, que para agudizar aún más este artificioso proceso, han sido incorporadas al Libro Genealógico sin acreditar su pureza genética de la raza mediante análisis de su ADN y sin relacionar su parentesco directo (genealogías familiares), cuestión esta última que vulnera el prevalente Ordenamiento Juridico de la Unión Europea que «obliga a relacionar los ascendientes de todos los reproductores asentados en los Libros Genealógicos de las razas ganaderas domésticas».
La cantidad percibida durante el año 2015, en concepto de subvenciones públicas, 448.465,06 euros, es la cuantía más baja obtenida en la última década por esta Asociación ganadera, que para agravar aún más la situación, figura reconocida por el Mº de Agricultura como ASOCIACIÓN de RAZA PURA, y que según relacionan sus estatutos y objetivos tiene como finalidad primordial “la defensa del cerdo ibérico puro y garantizar la certificación de la pureza racial de los ejemplares reproductores inscritos y archivados en el Libro Genealógico”.
Alguien debería explicar, por qué tanto Bruselas como igualmente distintas administraciones nacionales, reparten astronómicas subvenciones a una asociación de criadores que por su monopolizada actividad mercantil ingresa millones de euros, y además de manera confesa en los últimos años ha contaminado el Libro Genealógico con la inclusión de cientos de miles de hembras reproductoras que no disponían de un 100% de pureza genética de la autóctona raza porcina ibérica, contraviniendo así la finalidad que fundamenta la concesión y disfrute de su percepción.
