Bastión de la Luna 2012 1
Notas de cata Vinos

Bastión de la Luna 2012

Podríamos definir a este vino, Bastión de la Luna 2012, como un tinto en el reino de los blancos, ya que estamos hablando de un vino tinto de la D.O. Rías Baixas, algo que puede que a muchos le suene raro, pero que ya lleva bastantes años dando ‘guerra’ dentro del mercado de los tintos. Se encuentra entre los 50 mejores vinos del mundo del 2014 según Decanter en su ranking que os comentábamos ayer mismo.

Elaborado por Bodegas Forjas del Salnés, es de la D.O. Rías Baixas como os dejamos en la segunda foto por si os quedase alguna duda, tiene detrás al enólogo Rodrigo Méndez dejando su excelente impronta.

Es un vino elaborado con diferentes varietales, en el que se nota el carácter atlántico de la zona en la cual es elaborado, ya que de forma similar a los albariños, posee una importante carga de salinidad, así como demuestra desde el primer momento una importante y excelente frescura.

De ahí que por muchos, y como véis en la etiqueta, sea denominado como el «Tinto de Mar».

En su elaboración toman parte diferentes varietales como son la Caiño, la Espadeiro y la Loureiro procedentes de viñas viejas, sigue todo un proceso de elaboración de carácter totalmente artesanal. En su período de crianza pasa 12 meses en barricas de roble francés viejas.

Una vez abierto, nuestra recomendación es decantarlo y esperar un rato para probarlo porque creemos que es un vino que gana al abrirse.

Estamos ante un vino tinto elegante, con personalidad propia, diferente. Muy rico y agradable. Un vino para disfrutarlo que en vista nos deja un color rojo picota con reflejos granatosos en movimiento en copa y que se nos muestra muy limpio, brillante, de capa media-alta y con una fina lágrima.
En nariz presenta una intensidad media que nos deja entrever aromas de frutas silvestres que evolucionan al abrirse hacia aromas a fruta madura y sabrosa. Lentamente aparecen unas aromáticas notas florales acompañadas de ligeros tostados entremezclados con un buen fondo láctico. De fondo encontramos unos sutiles y frescos balsámicos junto a notas de sotobosque.
En boca estamos ante un vino fresco de entrada que muestra su carácter salino, agradable en paso, envolvente y con una mineralidad acertada.  Muestra unos taninos potentes pero muy bien integrados. Final muy, muy largo y con una gran persistencia.