¿Y si las botellas de vino fuesen de papel? 1
Vinos

¿Y si las botellas de vino fuesen de papel?

¿Y si las botellas de vino fuesen de papel? ¿Sabría igual el vino? ¿Podría experimentar la crianza que tienen los vinos actualmente? ¿Se conservaría en botella tanto tiempo como en la actualidad? ¿Perdería el ‘beber vino’ mucho de su encanto?

Todas son preguntas que nos surgen tras ver la iniciativa de la empresa británica Truett-Hurst que está trabajando en estos momentos en el diseño y preparación de una botella de papel que tenga por finalidad el embotellar vino que le ha dado el nombre de PaperBoy.

Se concibe como una carcasa exterior de papel, que se le ha ido formando en diferentes fases para que acabe poseyendo la misma que cualquier botella de vino actual. Encima de esta carcasa, cualquier bodega puede situar las etiquetas de sus vinos con muchísima facilidad.

No se yo, peor si ya no quiero ver ni en pintura el vino envasado en tetra-brick salvo para cocinar, me da la nariz que tampoco estaré muy interesado en vinos con botella de papel.

En el interior de esta botella, PaperBoy, nos encontramos con un forro de plástico.

Y si las botellas de vino fuesen de papel, ya hay ventajas argumentadas a favor (por los fabricantes o cabezas pensantes): pesa menos (85% menos), más fácil de reciclar que el vidrio, transporte más ligero lo que implica ahorro de combustibles y mejoras para el medio ambiente (digo yo que el papel saldrá de los árboles, vete tú a saber), ….

Por mucho que me lo digan o traten de convencer, como que no veo yo un Vega Sicilia en una botella de papel. Veremos con el tiempo lo que ocurre.