El cambio climático hace que Torres no vea interesante invertir en el sur de España. Se trata de una frase realizada por Miguel Torres a thedrinksbusiness durante un almuerzo que ofreció en el hotel de St. James en Londres la semana pasado, a lo que añadió, «es por eso que hemos invertido en terrenos en Benabarre, en el Pirineo de Cataluña, que es demasiado frío para la vinificación por el momento pero no así en el futuro. Las cosas van a cambiar – temperaturas en Alaska han aumentado en un 3 ° en los últimos cuatro años, por ejemplo».
En cuanto al debate terroir que actualmente hace estragos en Rioja, Torres cree que el consejo tiene que ser de mente más abierta y flexible hacia el cambio. «El Consejo Regulador de Rioja debería ser más flexible en cuanto a permitir nombres de los pueblos en la etiqueta frontal, ya que añade valor a los vinos», dijo.
Durante el almuerzo, Torres ofreció a los presentes su Pinot Noir chileno del 2012, Escaleras de Empedrado. Plagada de plagas como ratones y conejos, Torres admitió que el proyecto de 70 hectáreas en pizarra en el Valle del Maule era «una gran inversión» y «un trabajo de amor».
«Yo no quería hacer un Pinot tradicional chilena, sino algo más en el estilo de Borgoña. Me he dado cuenta de la variación de la vendimia, que es una cosa positiva «, dijo Torres.
Se cree que Tempranillo y Sauvignon Blanc también tienen potencial en Empedrado, y recientemente ha trabajado viñas en Itata, que él ha plantado con Cabernet y Monastrell.
Mientras que el día a día de la empresa se hace ahora por su hijo, Torres sigue siendo presidente y asiste a una reunión que tiene la junta una vez al mes.
