Fevino cierra su décima edición con récord de asistencia profesional
Fevino cierra su décima edición con récord de asistencia, edición que por primera vez se circunscribió al ámbito profesional y en la cual se contó con la asistencia de más de 4.700 personas durante el lunes y martes pasado, 3 y 4 de abril. En concreto se indicó que los asistentes llegaron a los 4.744 durante las dos jornadas de los cuáles el 83,3 % eran profesionales del sector y el resto clientes finales que fueron invitados al salón.
El director del salón, Fernando Yáñez, indicó que se ha producido «una leve caída en la cifra total de visitantes pero que, por otro lado, ha tenido una cifra récord de participación y asistencia por parte de los profesionales del sector».
La máxima de esta décima edición de Fevino era apostar por la calidad más que por la cantidad, tanto en la oferta de stands, bodegas y vinos como en los profesionales y actividades que se desarrollaron en el salón. Y esto sin duda se ha conseguido a la perfección.
Fevino, Feria del Vino del Noroeste, de periodicidad bianual, apostó para conseguir este objetivo por un cambio de ubicación, así como por intentar traer durante las dos jornadas que duró, a los profesionales referentes en el mundo del vino español y, como no, también internacional.
El Edificio de Herrerías, sede del Museo de la Construcción Naval, Exponav de Ferrol fue el lugar escogido. Un completo acierto desde nuestra humilde opinión. Un ambiente realmente ideal para disfrutar de todas las actividades: Sala de entrega de premios, aulas de las clases magistrales y espacio habilitado para la ubicación de los stands de las bodegas y distribuidores. Un entorno naval que se nos antoja una combinación ideal para ‘maridar’ con el mundo del vino.
Las bodegas participantes fueron alrededor de las 200 en número. De Galicia, de diferentes puntos de España y del extranjero, se pudieron disfrutar de vinos de enorme calidad. Una apuesta clara por la calidad de los vinos que se ofrecen y de los stands participantes es el hecho de que es un salón que no cobra entrada a los visitantes, solamente el catavino de forma simbólica. No se busca que haya una enorme cantidad de stands, sino que los que haya sean de lo mejor, a diferencia de otros eventos que se organizan similares tanto en Galicia como fuera de esta comunidad donde lo que prima por encima de todo es el número de visitantes.
Catas magistrales realizadas por Álvaro Palacios, Luis Gutiérrez o la realizada por enólogos gallegos de las cinco denominaciones de origen de esta comunidad, son otra de las muestras de la fuerte apuesta de la organización por segmentar a este evento dentro de la calidad.
Sin duda alguna, el cambio realizado en esta décima edición de Fevino hacia la profesionalización y el viaje en busca de la calidad en el Salón se ha conseguido. Con ello convierten a Ferrol y a este salón del mundo del vino en un referente a nivel nacional y, como no, internacional.
La única pega que le podemos poner los amantes del vino, es que nos gustaría que fuese de periodicidad anual y no bianual, para poder disfrutar al menos una vez al año de una cita de enorme calidad dentro del mundo del vino.
