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La Cofradía de la Morcilla acepta a seis nuevos caballeros

La Cofradía de la Morcilla acepta a seis nuevos caballeros. Ni que decir tiene que la noticia es verdadera aunque suene un poco a broma.

Y es que para los que no los sepáis, este típico plato de la gastronomía burgalesa cuenta con una cofradía propia que desde hace años preocupada por su reconocimiento y difusión.

Esta cofradía que hoy ha nombrado seis nuevos caballeros aprovechando la celebración de su XXVI Gran Capítulo. En esta ocasión, los homenajeados han sido Rafael Ansón, presidente de la Real Academia Española de Gastronomía, César Rico, presidente de la Diputación, Javier Lacalle, alcalde de Burgos, Miguel Ángel Salinas y dos miembros de la Cofradía del Hume Piot de Loudun (Francia).

La Cofradía de la Morcilla, ataviados con sus trajes típicos y acompañados por la delegación francesa han desfilado hasta el palacio de la Diputación Provincial, cuyo salón de plenos ya estaba preparado para la celebración del acto de entronización.

En presencia de todos los cofrades para escuchar el discurso inaugural de Ansón, que ha destacado la “singularidad” de la morcilla burgalesa dentro de la gastronomía internacional. “La de Burgos es una morcilla única” que supone un “monumento de la despensa española” y un “ingrediente fundamental” para la elaboración de otros platos típicos. Esa singularidad, ha añadido Ansón, es la que convierte a la de Burgos en “la mejor morcilla del mundo”.

Y para comprobarlo, los nuevos caballeros han debido pasar la prueba ya que los seis comensales se han sentado a la mesa, donde se han tenido que comer una ración de morcilla antes de que la arena del reloj tradicional terminara de caer. Para evitar un mal bocado, los nuevos caballeros han podido echar mano de un buen vino de La Ribera y un poco de pan. Como manda la tradición, una vez finalizada la degustación, los comensales han tenido que declarar que “esto es un manjar de Dios” antes de ser entronizados mediante dos cucharazos de la Gran Priora de la cofradía, Regina González, que más tarde ha dado paso al habitual vino español.

Fuente burgosconecta.es