Ayer se presentó en Madrid la sidra española más premiada de 2015, Sidra Bereziartua Gourmet que ha sido galardonada con la PommeD´Or de la Feria Internacional de la Sidra de Frankfurt, el certamen más importante de Europa, así como la Medalla de Oro del Concurso de Sidras Internacionales de los Grandes Lagos de Michigan (USA), considerado el de mayor importancia de todo el mundo.
Madrid acogió ayer con los brazos abiertos a la sidra más premiada del año 2015 y el txakolí de Getaria. Los madrileños tuvieron ayer la posibilidad de conocer de primera mano y degustar a través de una cata dirigida a profesionales y expertos de medios de comunicación la sidra vasca que ha recibido los máximos galardonadones sidreros de 2015. A la cata acudieron expertos, sumillers, y medios de comunicación especializados. Sidra BereziartuaGourmet, una sidra elaborada con manzana seleccionada vasca, ha sido galardonada con la PommeD´Or de la Feria Internacional de la Sidra de Frankfurt, el certamen más importante de Europa, así como la Medalla de Oro del Concurso de Sidras Internacionales de los Grandes Lagos de Michigan (USA), considerado el de mayor importancia de todo el mundo. La cata de sidras fue dirigida por el gerente de Sidra Bereziartua, Aitor Bereziartua.
La cata secelebró en un abarrotado salón de actos de la Asociación de Amigos de la Sidra y el Buen Yantar, que actuó como anfitriona para este acto. Tras degustar tres tipos diferentes de sidra vasca, se procedió también a degustar dos tipos diferentes de txakolís de la denominación de origen de Getaria (Guipuzkoa), de la bodega AkarregiTxiki, que causó una gran sensación entre todos los presentes. Los txakolís fueron presentados por el presidente de la Asociación de Amigos de la Sidra y el Buen Yantar, César Román, quien los presentó señalando que “os reconozco que soy un amante del txakolí que se elabora en el pueblo en el que nací, Getaria, para mí, el mejor txakolí del mundo”.
Tras la cata, todos los asistentes compartieron sus experiencias y pasaron un rato muy ameno, abriendo así el camino a que las sidras vascas y los txakolís pasen a dar el salto de ser mucho más conocidos y apreciados en un mercado tan competitivo como es el de Madrid.
