Hoy os dejamos un vino que probablemente no os suene a muchos y que es un monovarietal elaborado 100% con Caíño, una uva de la zona del Ribeiro y que puede que nunca hayáis tenido la oportunidad de probarla, con lo cual esta es una buena oportunidad para comprobar los vinos que da esta varietal. Hablamos del Pinka 2013 elaborado por Bodegas Merencio.
Además en esta ocasión hablamos de un vino del que se han producido solamente 800 botellas, con lo cual podemos decir que estamos de suerte ya que acaba de salir hace muy poco al mercado.
Para quien no conozca esta uva, se trata de una varietal que aporta un gran frescor a los vinos, especialmente en boca y que en nariz transmite mucha potencia en cuanto a la intensidad de los aromas. En este vino se han esperado hasta 8 meses para su embotellado y lo han dejado reposar cuatro meses en botella para su salida al mercado.
Un vino blanco que nos deja un color amarillo pajizo que denota juventud, con ciertos ribetes dorados en movimiento en copa y lágrima no muy abundante pero si fluida. Muy brillante.
Típico de esta varietal, estamos ante un vino intenso en nariz, destacando de primeras la carga frutal a frutas blancas de hueso y con cierto recuerdo a toques dulces, compotados. Mineralidad contenida y acidez bastante ajustada.
En boca es un vino goloso de entrada, amplio en boca que deja cierta aspereza pero que la carga frutal lo convierte en un vino bastante redondo.
