Cómo hacer nuestro pan de molde en casa 1
El Rincón de Sergio Recetas

Cómo hacer nuestro pan de molde en casa

Nos ha parecido muy interesante este artículo que nos manda nuestro amigo Sergio desde su rincón, ya que tener pan de molde en casa para cualquier comida y, en especial, para las cenas, nos puede quitar de muchos apuros. Por ese motivo nos resulta interesante el dejaros cómo hacer nuestro pan de molde en casa.

Ingredientes con los que haremos un pan de molde de unos 900 gramos.

  • 500 gr de harina de fuerza
  • 25 gr de levadura fresca de panaderií.
  • 10 gr de sal
  • 350 gr de agua fria.
  • 1 molde para hornear rectangular grande.

Lo primero de todo es encamisamos nuestro molde untando aceite de oliva virgen por las paredes y el fondo del mismo y espolvoreando un poco de harina sacudiéndolo para retirar la harina sobrante.

Precalentamos el horno al maximo.

Preparamos la masa de manera tradicional mezclando todos los ingredientes en un bol y amasando sobre la mesa de trabajo, dejamos en un bol enharinado fermentando unas 2-3 horas. Sacamos del bol con cuidado para no romper su estructura, formamos una barra del tamaño del molde que tengamos y la depositamos con cuidado siempre teniendo en cuenta que la raja por donde la hemos doblado se quede hacia abajo o si no se nos abrirá al hornearlo. Dejamos fermentar hasta que triplique su volumen. Cuando introduzcamos en el horno bajamos la temperatura a 180ºc y programamos 40-50 minutos dependiendo del horno.

Cuando lo saquemos del horno lo desmoldamos directamente en caliente, lo sujetamos con un trapo, le damos la vuelta al pan y por la parte de abajo le damos unos golpecitos, si esta hecho sonara a hueco si no esque aún le falta por lo que tendremos que meterlo de nuevo al molde y darle unos minutos más.Si está hecho lo colocamos desmoldado sobre una rejilla, que puede ser la rejilla para el grill del microondas o la que suelen venir en los hornos convencionales.

Recién sacado del horno notareis que la corteza y el pan están duros, no os preocupéis, dejar que se enfríen sobre la rejilla a su aire sin tapar ni nada e iréis notando como se va poniendo más y más tierno y blandito, hasta el punto que se os caerá una lagrima cuando lo probéis ya sea en tostadas, sandwichs, para acompañar una comida o solo.