Hoy vamos a aprender cómo se hace la cebolla caramelizada. Y es que muchas de nuestras recetas ya solemos hacer y, en ocasiones, llamamos caramelizada solamente a cuando se dora mucho, cuando realmente necesitaría algo más para ser cebolla caramelizada como vamos a ver a continuación.
¿Qué necesitaremos?
Pues sencillamente, necesitaremos cebolla, aceite, azúcar moreno (mucho mejor), sal y vinagre.
Cortamos la cebolla en trozos similares ya que queremos que luego, al caramelizarse, queden muy bien en la presentación y eso pasa por que los trozos sean parecidos. Echamos en una sartén con aceite caliente la cebolla y, a fuego medio, vamos esperando a que se dora. Salteamos con una cuchara de madera y, cuando veamos que ya ha cogido color, echamos una taza de azúcar moreno y revolvemos todo. Cuando veamos que el azúcar se empieza a convertir en caramelo, echamos un puñadito pequeño de sal y echamos medio vaso de vinagre, revolviendo todo y, a fuego medio, esperaremos que se reduzca el vinagre, dando como resultado final la caramelización de la cebolla.
Se puede envasar, escurrir y guardarla o emplearla directamente en una receta que estemos haciendo. Incluso la podemos poner a escurrir en una servilleta de papel de cocina y meterla al microhondas para que escurra por completo y quede como crujiente. Ya depende del gusto de cada uno y de para qué la vayamos a usar, desde carnes, pescados o incluso pasta. Nosotros ya la hemos empleado incluso en hamburguesas.
