Ya conocíamos esta bodega, Bodega Dominio del Bendito, ya que os dejamos aquí la cata de uno de sus vinos el año pasado, el Primer Paso 2009, y nos había gustado mucho ya que percibíamos algo diferente en este vino, que pese a ser un vino de Toro ‘con todas las letras’, tiene algo que lo diferencia de otros de esta Denominación de Origen.
Además de una excelente cata que presentaron los amigos del Sexto Sentido, contamos en la misma con la presencia del enólogo de la bodega que Antony Terryn, francés, mejor dicho, casi español ya, que llegó en 2004 a Toro y se quedó enamorado de la tierra y los viñedos de esta zona y que le animaron a montar este proyecto que ya ha cumplido una década, elaborando vinos diferentes a muchos de los que se hacen esta D.O. pero que siguen siendo Toro.
La pasión por la varietal Tinta de Toro la transmite en sus vinos. Pero con un estilo propio: la potencia de un vino de Toro, con su uva Tinta, pero con la elegancia y la sutileza de un vino francés. Como dice Antony, ‘pueden salirte vinos malos, regulares, buenos o excelentes, pero lo que siempre se debe ser es fiel al estilo de los vinos que quieres hacer’ y eso es lo que ha conseguido plasmar en sus vinos.
Nadie va a negar a estas alturas que los vinos de Toro son vinos con carácter, pero el estilo que le pone esta bodega a sus vinos los convierte en diferentes y muy especiales dentro de la amplia oferta de vinos de esta D.O.
Vinos que pasan por barricas de roble americano y francés al 50% lo que les confieren por un lado toques y esencias especiadas y por otro elegancia y fondos ahumados que se perciben enseguida en el paso por boca desde el primer sorbo. Son eminentemente vinos Toro 100% pero con una sutileza y estilo personal, lo que los convierte en unos vinos imprescindibles para los amantes de esta varietal y del vino en general que quieran aprender más sobre los vinos de Toro y de Tinta de Toro.
Probamos en primer lugar el rosado Perlarena 2013, un vino elaborado con Tinta de Toro (80%), Syrah (10%) y Verdejo (10%) provenientes de suelos arenosos , fermentado en barricas y criado sobre sus lías finas. Elegante, fresco, equilibrado con un solo defecto, y es que invita a beber otra copa siempre, lo cual es ideal, pero siendo como es un vino elaborado con Tinta de Toro, es un vino con graduación, más que los habituales rosados, lo cual le confiere una personalidad propia espectacular, pero claro, es recomendable beberlo con moderación.
Pasamos a continuación a degustar diferentes añadas del Primer Paso. Un vino espectacular. Añadas del 2008, 2009 y 2012. Todas ellas vinos 100% Toro pero en los que se percibe claramente el paso del tiempo como aporta a cada añada unas peculiaridades propias que los hace diferentes, eso sí, sin perder la esencia de Toro. Vino con paso por barrica que le da unos toques en nariz y boca muy sugerentes y que el paso del tiempo los personaliza mucho más.
Probamos el Titán del Bendito, añadas 2006 y 2011, lo que nos permite ver la excelente evolución que puede tener este vino con el paso del tiempo y eso que la añada 2006 en toda España fue muy peculiar como ya sabéis. Abres la añada del 2006 y parece mentira que estemos ante un vino que lleva ya 8 años embotellado. La potencia fresca que nos ofrece en nariz y boca sola la aportan los vinos jóvenes. No esperas encontrarte con un vino de este calibre con el paso del tiempo, lo que nos indica que es un vino que poco a poco en la botella va ofreciendo cada vez más cosas sugerentes y muy buenas. Es un vino hecho para durar y que gane con el tiempo.
Vino elaborado 100% con Tinta de Toro procedente de viñedos antiguos de más de cincuenta años e incluso alguna viña de más de cien años.
Pudimos probar la añada del 2006 del vino Las Sabias, una botella de esas que podemos denominar perdidas en la bodega y que muestran lo que este vino es realmente, pese a ser de una añada muy compleja. Crianza exclusivamente en barricas francesas durante 16 meses un vino elaborado respetando al máximo los tratamientos y cuidado ecológicos. Boca marcada por una fruta intensa y concentrada, con taninos maduros y nobles, bien integrados. Posee un final armonioso, largo y complejo. El potencial de guarda varía según las añadas, entre 7 y 15 años, algo que se comprueba con este que hemos tomado que ya supera los 8 años.
Por último pudimos probar La Chispa Negra, en su añada del 2008, un vino considerado como ‘vino de mesa’, tinto dulce, elaborado eso sí con 100% Tinta de Toro. Nada mas meter la nariz en la copa invade los sentidos, invade la nariz, el paladar una vez en boca, invade el alma, porque hay una fruta, una intensidad aromática, un equilibrio, una bebibilidad que no empalaga.
Lo dicho. Todos aquellos que no estéis muy avezados en los vinos de la D.O. Toro o elaborados por la variedad Tinta de Toro, consideramos indispensable que probéis estos vinos de Bodega Dominio del Bendito para conocer de primera mano lo que estos zona vinícola de España aporta, sus peculiaridades, además de que en concreto, estos vinos de esta bodega, aportan una personalidad propia y diferenciada.
