Goliardo Loureiro 2013
Hoy os traemos este vino un tanto especial. Catamos Goliardo Loureiro 2013, un vino que es elaborado en la DO Rías baixas, pero que no es blanco, sino que es elaborado con esta varietal autóctona gallega, la Loureiro, que es uva tinta. Pero es un vino que como véis en la etiqueta, es de la serie que la bodega Forjas do Salnés elabora como Tintos del Mar. Un tinto con alma de vino atlántico, con alma de blanco por así decirlo. No es el primer vino del que os hablamos de características similares, ya que os comentamos hace tiempo la cata del Goliardo Caíño 2011, otro vino tinto de esta zona elaborado en esa ocasión con la varietal tinta autóctona gallega de la Caíño Tinto.
Busca el frescor de su vecina la Albariño, se percibe la salinidad de la cercanía del mar a los viñedos y presenta un grado de acidez muy similar a los vinos blancos que se elaboran en esta denominación de origen.
Aunque es un vino con crianza ya que ha pasado 12 meses en barricas de roble francés, estamos ante un vino tinto suave y ligero, muy atlántico en todos los aspectos. Por eso nos parece un vino no muy comparable con otros tintos con más cuerpo, estilos Tempranillos o Garnachas. Además esta varietal, la Loureiro, es autóctona gallega, con lo cual su comparación es complicada también con otros vinos tintos fuera de esta zona.
Notas de cata de Goliardo Loureiro 2013
Un vino con un color rojo cereza no muy intenso, limpio y brillante. Muy ágil en copa lo que muestra su juventud pese a la crianza.
Un vino franco en aromas aunque no muy intensos. Aromas frutas rojas con toques cítricos por momentos. Un toque de salinidad muy interesante y una acidez ajustada.
En boca es sin duda un vino de entrada fresca, ligera y amplia. Paso afrutado en el que la crianza en barricas se percibe tímidamente. Afrutado en paso, joven pero con cierta garra. Final medio-largo y en retrogusto vuelve la carga frutal con un toque de acidez.
Un vino complejo de comparar pero muy fácil de beber, sobre todo si te gustan los tintos no muy complejos.
