El Alcázar de Toledo 2
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El Alcázar de Toledo

El Alcázar de Toledo

Si visitas Toledo, está claro que puede que estés en una de las ciudades de España donde más mezcla de culturas encontréis lo cual se traduce en una confluencia de monumentos todos de gran belleza pero que muestran las raíces de las culturas que han ido habitando esta ciudad a lo largo de los siglos.

No obstante, si hablamos de un monumento mundialmente conocido en Toledo, ya no solo por su tamaño, sino por su importancia histórica y simbólica (durante la Guerra Civil), es sin duda el Alcázar.

Llegar a Toledo es sinónimo de ver el Alcázar ya que su ubicación en la colina más alta de la ciudad, con 548 m, hace que domine el horizonte. Es uno de los pocos edificios exentos de la ciudad. Los vestigios de las estructuras anteriores indican que siempre fue un lugar fortificado, desde el pretorio romano y la defensa de la alcazaba musulmana.

El actual edificio fue mandado construir por el emperador Carlos V, para tener una residencia digna de tal monarca. Para ello se destruyó casi por completo el anterior castillo medieval, aunque en la fachada oriental quedan estructuras almenadas. Cada fachada del edificio determina artísticamente el momento en que se realiza, dentro de las diversas fases del Renacimiento español. No obstante, el nuevo palacio no llegó a ser morada de reyes, ya que mucho antes de terminarlo, la capital se establecía en Madrid.

Tuvo diversos usos, como la cárcel de la Corona, cuartel militar de ejércitos propios y extraños, o talleres de sederos, antes de albergar la Academia de Infantería. Sufrió el edificio varios incendios, provocados unos, como, en 1710 durante la Guerra de Sucesión, siendo restaurado bajo la dirección de Ventura Rodríguez, dos veces durante la Guerra de Independencia y en 1887, esta vez fortuito, antes de su casi total destrucción en septiembre de 1936.

Su reconstrucción comenzaría en 1940, coronada en 1961 con la inauguración del monumento a los defensores del Alcázar durante la Guerra Civil, realizado por Juan de Ávalos. Durante años albergó parte del catálogo del Museo de Ejército, siendo adaptado para albergarlo en su totalidad, como único emplazamiento nacional de esta colección e inaugurado como tal en 2010. También se realizaron obras de habilitación de la planta superior del edificio a las necesidades de la moderna Biblioteca de Castilla-La Mancha.