Entrevistamos a Michelle Negrón, elaboradora artesana de vinos en Saó del Coster en el Priorat 5
Entrevistas

Entrevistamos a Michelle Negrón, elaboradora artesana de vinos en Saó del Coster en el Priorat

Entrevistamos a Michelle Negrón, elaboradora artesana de vinos en Saó del Coster en el Priorat

Hoy queremos saber un poco más de Michelle Negrón y del proyecto del que forma parte en la DOQ Priorat, Saó del Coster. Y es que, como nos gusta habitualmente, no solo queremos probar buenos vinos, sino también saber más y conocer a las personas que están detrás de ellos.

Además, en un mundo en el cuál la presencia de la mujer va en claro aumento como es el del vino, siempre es un placer poder conversar con una gran elaboradora de vinos y más en un proyecto como este, donde hay una gran preocupación por hacer buen vino pero a la vez con actitudes de una bodega responsable, comprometida con el territorio y que apuesta por la adaptación a los principios de la biodinámica, en lo cual se encuentra inmersa en estos momentos.

El equipo profesional de Saó del Coster está integrado por Xavier Barrachina y Michelle Negrón, con Ángel Vergara en el campo y Jordi Giménez en ventas, y cuenta con el asesoramiento del enólogo y experto en biodinámica Frédéric Duseigneur, ex propietario de Domaine Duseigneur, y de Patri Morillo, co-propietario de Celler Comunica en la DO Montsant.

La bodega se funda en 2004 por un grupo de amigos suizos y hace unos años Xavier se unió como propietario.

Hoy hablamos con Michelle Negrón, una puertorriqueña de origen que se enamoró de la zona del Priorat cuando probó un vino, Planassos, elaborado en esta zona de un viñedo de Cariñena con vides de más de 70 años. Un amor que lleva ya fructificando desde hace más de 6 años.

 

Recetum – Te gusta que se te conozca como ‘elabora de vinos artesanos’, pero nos gustaría saber como una mujer, nacida en Puerto Rico, país no gran productor de vino, acaba elaborando vinos en 8 hectáreas de viñedo en el Priorat.

Michelle En Saó somos un equipo y todos trabajamos para elaborar los mejores vinos posible. Cada aspecto es importante, desde la agricultura a la vinificación, la venta y el marketing.

En Puerto Rico no somos productores, pero somos grandes bebedores. Todo lo que hizo falta fue un periodista catalán (mi esposo), una botella de Planassos en una cata y enamorarse de una región. Veníamos al Priorat de vacaciones, los fines de semana, y un día nos propusieron quedarnos, y la respuesta fue inmediata. Sí.

R – ¿Hay algún momento en el cual descubriste que tu destino era elaborar vinos o era algo que fue resultado de un proceso continuado?

M – El principio igual fue casi “sin querer” pero pronto me di cuenta de que era un mundo maravilloso y que vivir de nuestras vides es un gran regalo. El principio no fue fácil, el Priorat es muy duro, y hacer vino no es tan idílico como la gente piensa, y nuestra bodega es muy artesana, el trabajo es casi todo manual. Eso sí, la recompensa al ver las reacciones de las personas cuando abren una botella tuya no tiene precio.

R – Percibes que cada día tienen más presencia las mujeres dentro del mundo del vino en España y en el mundo, cosa muy de agradecer, ¿crees que podrán igualarse ambos, mujeres y hombres, en reconocimientos en un mundo tradicionalmente dominado por hombres?

M – En el mundo del vino hay muchas mujeres productoras, también veo muchas en el ámbito de la importación, distribución, ventas y restauración. Creo que vamos por el buen camino. Hay que seguir luchando, eso está claro.

Vemos que en el proyecto del Saó del Coster estáis apostando muy fuerte por los procedimientos biodinámicos en la elaboración del vino,…

R – ¿Es el futuro, una moda o, sencillamente se harán estos vinos con un hueco en el mercado sin conseguir alcanzar de forma generalizada a todos los consumidores?

M – Para nosotros es sencillamente la forma natural de elaborar el vino, no una moda, desde que llegamos siempre ha sido así. Entendemos que debemos respetar no solo nuestros viñedos, si no, la naturaleza. Creo que en España poco a poco el consumidor va creando conciencia de lo que bebe, al igual que lo que come. En otras partes del mundo como en Francia, por ejemplo, no es un concepto novedoso, se lleva elaborando vino así muchísimos años. Y no como argumento de venta, es que las cosas simplemente se hacen así.

Saó del Coster, el proyecto en el que participas, trabaja de forma artesanal y aplicando la filosofía de la mínima intervención tanto en la agricultura como en la bodega, respetando los ciclos de la naturaleza, realizando tratamientos biodinámicos en sus fincas, labrando con animales y siguiendo el calendario lunar para todas las labores en el viñedo y en la bodega.

R – Vinos con alma, con carácter propio, diferentes son los que surgen de este proyecto pero ¿crees que esta forma de trabajar impedirá competir al proyecto con grandes bodegas que estandarizan sus actividades diarias para elaborar vinos ‘sin alma’?

M – No es lo mismo elaborar 32.000 botellas que 10 millones, y cada bodega hace lo que puede para cumplir con sus objetivos. El nuestro es respetar nuestro terroir y la historia del Priorat, y elaborar vinos profundos, vivos, que brinden placer y emoción. Creo que hay mercado para todos si nos respetamos y trabajamos con honestidad, sin engañar a nadie.

Y es que los vinos que elaboráis, además de ser únicos, por el terruño, la tipología de las uvas, la zona y la forma de trabajar, tienen una vida propia que debe ser percibida por el consumidor final

R – ¿Es esto lo difícil, saber transmitir al amante del vino la personalidad de vuestros vinos ya que pueden estar acostumbrados a los ‘vinos elaborados en serie’?

M – Los vinos del Priorat son conocidos por ser vinos de alta concentración, maceraciones bastante largas y con crianzas. Nosotros intentamos elaborar vinos con mucha concentración, pero somos más cuidadosos con las extracciones y las maceraciones, y en los jóvenes trabajamos con acero inoxidable, no con roble. Creo que quien busque el Priorat en nuestros vinos lo encontrará. También encontrará vida y mucha fruta, que para nosotros es la clave.Lo importante es conseguir enamorar al amante del vino y para esto es vital, desde nuestro humilde punto de vista, el contacto personal con él.

R – ¿Os ha ayudado en este sentido participar en el evento del restaurante Bar del Pla, ‘Apadrina Una Bodega’ en el cuál el contacto con el bebedor final es claramente personal pero distendido?

M – Cuando eres una bodega pequeña con una historia que quieres contar, estos eventos son muy importantes. Es fundamental que los restaurantes nos pongan en contacto con el consumidor final y poder explicar lo que hacemos. En el Bar del Pla nos sentimos como en casa. Allí entienden lo que es ser un productor artesano, y defienden muy bien nuestros vinos.

Vemos que desde 2010 elaboráis un vino también en la DO Rías Baixas con la misma filosofía

R – ¿Contempláis una expansión a otras Denominaciones de Origen de forma generalizada con vuestra forma de trabajar en un futuro o pensáis más en la elaboración en proyectos puntuales?

M – En Pontevedra es distinto, trabajamos de forma sostenible, pero no en biodinámica. Colaboramos con la bodega de unos amigos, seleccionamos la uva, y elaboramos unas 12.000 botellas. Nos gusta mucho la región. Con la cantidad de trabajo que tenemos en el Priorat, es imposible dedicar tiempo a otras denominaciones.


Sin duda alguna, un placer realizar esta entrevista, no solo por el que podamos aprender mucho de vino, sino por el poder disfrutar de los sentimientos de Michelle y comprobar como se puede amar y disfrutar uno con lo que hace en su día a día.

Saó del Coster