Claroooo!! ¿Quién no tiene un equipo de resonancia magnética en casa o portátil cuando sale a comer fuera? Yo mismo llevo un aparato en la mochila para saber si me dan gato por liebre en el bar.
Y es que la investigadora riojana Eva López Rituerto ha desarrollado un método que, mediante la utilización de resonancia magnética, le ha permitido distinguir el vino elaborado en bodegas de la D.O.Ca. Rioja, a través de dos alcoholes, en función de las parcelas en las que se ha criado la vid del que procede. Después se dice que no hay dinero para I+D+i, pero viendo esto uno se pregunta para que queremos más dinero destinado a esa partida.
López Rituerto ha conseguido con esta investigación el Premio a la mejor tesis doctoral que otorga el Grupo Especializado de Resonancia Magnética Nuclear de España (GERMN), permio que le ha supuesto 1.000 eurazos ¡¡lo que hay que ver, para 3 años de estudio!! Y eso que en ese tiempo ha estudiado un centenar de muestras de mostos y vinos elaborados con la variedad tempranillo por nueve bodegas cooperativas de la Denominación de Origen Calificada Rioja, con el objetivo de garantizar que las muestras proceden de las mismas parcelas. No se si le llegará para pagar los vinos que ha analizado.
¡¡Qué país!!
